Las 3.000 noches que Julio Iglesias pasó con distintas mujeres: un ex empleado narra su adicción al "buen culito"

Julio Iglesias se encuentra en buen estado de salud y vive en Bahamas junto a Miranda, su esposa

Julio Iglesias - Gtres
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A sus 80 años, Julio Iglesias continúa hecho un truhán. A pesar de los rumores sobre su deterioro, lo cierto es que el artista vive relajado en Bahamas. Se encuentra bien, no ha sufrido ningún percance grave y se siente acompañado por Miranda, su esposa. Al otro lado del charco, ha encontrado el remanso de paz que necesita. Y mientras él se relaja en la costa caribeña, en Telecinco recuerdan sus años de juventud y desenfreno.

En la noches de ayer, la cadena de Alejandro Salem ridió homenaje a Julio con un epecial titulado 'Julio Iglesias: la vida sigue igual'. Cantidad de amigos, compañeros, periodistas y ex empleados del cantante se reunieron en plató para recordar tiempos pasados. Repasaron sus éxitos, analizaron sus inicios y, como no podía ser de otro modo, salió a relucir la mayor afición de Iglesias: ligar.

Las mujeres le volvían loco, no podía evitarlo. Rubias, morenas, altas o más bajitas.   A Iglesias todo le venía bien, y así lo confirmaba anoche su ex publicita, Fernán Martínez: "Lo que más le gusta son las tres C, es decir, un buen concierto, una buena cena y un buen culito", contaba entre risas.

Martínez dijo haber pasado más de 3.000 noches cerca del cantante, y este jamás se acostó sin una mujer a su lado. No podía irse solo a la cama. Era una necesidad vital. Entre sus ligues, tal y como recuerda LOC, están Vaitiare (59), Sidne Rome (72) o Virginia Slip 'la Flaca'.

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De Julio también se destacó su amor incondicional por el marisco gallego. Al parecer, manda que le envíen paquetes a cualquier parte del mundo. Cuando visita España, es habitual ver su jet privado en el aeropuerto de Vigo, dónde suele hacer parada para degustar nécoras, chirlas, percebes o centollos.

Durante su carrera, Iglesias fue extremadamente perfeccionista. En ocasiones, dedicaba todas las horas del día a grabar los temas que fueran necesarios. A tal punto llegaban sus exigencias que despidió a más de 5.000 técnicos porque "no sabían pillarle el tono".

Fotos | Gtres

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