Hace dos años, en un período de estrés alto, noté cómo apretaba la mandíbula muchísimo por la noche. Tanto apreté, que me rompí una muela. Al principio casi ni me lo creía: me parecía de ciencia ficción que me hubiese podido pasar eso casi sin darme cuenta, porque no fue hasta que llegué al dentista cuando me lo confirmaron. Resultado: muela fuera, y hubo que poner un implante.
Aparte del sustito económico (porque los implantes no son baratos), también me llevé el susto físico: me da pavor ir al dentista, y el día que fui y me dijeron que había que sacar la muela porque estaba rota, así sin previo aviso, me dio un ataque de ansiedad allí mismo llegando a hiperventilar.
El caso es que ese fue el punto de inflexión para intentar tomarme las cosas con más tranquilidad y para empezar a buscar soluciones a mi problema de bruxismo, sobre todo para no encontrarme de nuevo en la misma situación.
Sabemos que lo más importante aquí es ir al meollo del asunto: eliminar la fuente que está causando ese estrés. Pero cuando eso no es posible, pues barajas otras cosas: una férula de descarga (que no puedo llevar porque ahora mismo llevo ortodoncia invisible), pinchazo de bótox para paralizar la musculatura, aceites esenciales para la noche, meditar antes de dormir y, ya puestos, encomendarme a todos los santos que conozco para que no me ocurra de nuevo.
El masaje con Gua Sha como ayuda para relajar el músculo
Después de acudir a mi fisioterapeuta de confianza para tratar exclusivamente la mandíbula (seguramente una de las sesiones más dolorosas de todas las que he tenido) comencé a informarme sobre los auto-masajes para relajar la musculatura. Y resulta que, además de hacerlos de forma manual, se pueden hacer con un accesorio que seguramente muchos de nosotros tenemos en casa: una Gua Sha o piedra de masaje.
¿Es el masaje con Gua Sha la panacea para el bruxismo? Claramente no, lo ideal sería ir al origen mismo del problema y solucionarlo para no sufrir esos picos de estrés. Pero hasta que me toque la lotería seguiré probando con otras soluciones y priorizando siempre los tratamientos menos invasivos.
¿Cómo se hace el masaje con Gua Sha para el bruxismo?

La idea aquí es relajar el músculo masetero, que es uno de los músculos que participa en la masticación y además es muy muy potente (puede ejercer una fuerza de 90 kg). Este músculo se encuentra en la zona del moflete, por delante de la oreja, insertándose en el hueso cigomático (en el pómulo) hasta la mandíbula, para que sepamos localizarlo.
Aunque el masaje para relajar el masetero puede realizarse con los dedos, también podemos ayudarnos de la Gua Sha para ejercer presión. Haremos dos movimientos que repetiremos unas cinco veces por cada lado.
Para realizar el primero de ellos, localizamos el hueso del pómulo, colocamos la Gua Sha con el lado más largo apoyado justo debajo, y empujamos hacia abajo llegando hasta la mandíbula. Debemos sentir presión pero nunca dolor al hacer el movimiento.
El segundo movimiento lo haremos de forma transversal, colocando la Gua Sha de forma vertical justo delante de la oreja, y empujaremos hacia adelante hasta llegar a la comisura de la boca.
Personalmente, realizo este masaje antes de acostarme y siempre con una crema hidratante en el rostro, para que mi piel sufra lo menos posible. No he conseguido dejar de apretar la mandíbula por la noche, pero sí que he notado que lo hago con menos fuerza que antes, algo es algo.
Por último, recordaros que lo más importante es que acudáis siempre a un profesional cuando tengáis algún problema de este tipo para que realice una valoración personal de vuestro caso y para que pueda aconsejaros de forma adecuada. Los dentistas y fisios, aunque a veces nos hagan un poco de daño, son nuestros mejores amigos en este sentido.
Imágenes | Vladislav Muslakov, Miska Sage
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