Identificamos cinco síntomas que demuestran que el estrés afecta (y mucho) a nuestra piel

Identificamos cinco síntomas que demuestran que el estrés afecta (y mucho) a nuestra piel
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El estrés es un mal aliado, no solo para nuestro cuerpo, sino también para nuestra piel. El ritmo de vida tan acelerado que llevamos, al final nos pasa factura y sí, la piel es una de las partes de nuestro cuerpo que más lo nota, por lo que os vamos a dar cinco formas de las que el estrés nos afecta a la piel y que hay que tratar de evitar o poner remedio.

Acné adulto

Personalmente, el acné adulto es uno de mis principales problemas. Ya os he comentado en alguna ocasión que, a pesar de tener la piel seca y de no haber sufrido acné nunca antes, ahora que estoy más cerca de los 40 es cuando realmente me están saliendo más granos.

Estres Piel 1

Pues bien, una de las principales causas (dejando de lado el tema hormonal), es precisamente por el estrés que puede producir muchos cambios en el cuerpo y entre ellos están las alteraciones de la piel.

Sin duda, una buena rutina de limpieza y cuidado del rostro serán vuestros mejores aliados.

Deshidratación

Pues sí, es otra de las causas del estrés, la deshidratación de la piel. En este caso, el responsable es el cortisol que es una hormona que segrega nuestro cuerpo en estados de alerta, como es un estado de estrés. Por ello, al estar en niveles más altos de lo que nuestro organismo entiende como normales, éste se defiende, haciendo que la piel se seque ya que el ácido hialurónico, que es el que retiene el agua de la piel, y el colágeno disminuyan considerablemente. De esta forma, no solo se seca, sino que no retiene la humedad necesaria.

De hecho, ese exceso de cortisol puede también ser el responsable de la aparición de los granitos, así como de otros de los "males" que os estamos relatando.

Obviamente, la mejor opción es el uso de buenas cremas hidratantes que nos protejan la piel y nos mantengan un nivel de humedad óptimo. El uso de humidificadores, por ejemplo, puede ser otra buena opción.

Envejecimiento

Y una consecuencia de lo anterior, al fin y al cabo, acaba siendo el envejecimiento prematuro de la piel. Seguro que en más de una ocasión os habéis fijado en algunas personas que hace tiempo que no veis y que de repente les han caído un montón de años encima. Pues sí, es por el estrés en la mayor parte de los casos.

Estres Piel 2

Cuando la piel está seca, pierde firmeza, se vuelve tirante y las líneas de expresión y las arrugas hacen acto de presencia de forma casi inevitable. Y es que es precisamente por los altos niveles de cortisol que hace que se descompongan el colágeno y la elastina que afectan a ese envejecimiento prematuro.

Tono apagado

Sí, el tono cetrino, además de por pasar tantísimas horas delante de un ordenador, se debe también al estrés, ya que cuando estamos en ese estado, nuestros órganos vitales reclaman más sangre, lo que hace que la piel (que no es vital) quede en segundo plano recibiendo menos flujo, lo que también contribuye al tono apagado.

Irritaciones y rojeces

Quizá sea uno de los mayores extremos que se producen en la piel por culpa del estrés que puede provocar alteraciones más serias relacionadas con la sensibilidad de la piel, causante de las irritación y rojeces cutáneas porque el organismo libera histamina, la que está relacionada con la respuesta alérgica.

Estres Piel 3

En algunos casos podría manifestarse como rosáceas en la piel, como ligeras irritaciones o picores, en otros más acusados podría derivar en eccemas, urticarias y heridas derivadas del rascado.

Por lo tanto, aunque la vida nos lleva por estos derroteros de

Fotos | Pixabay #1, #2, #3,

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