Probablemente muchas ya conocéis a la chica de la foto, pero para las que no, vamos a comenzar con que Shaila Durcal es una cantante española, hija de la famosa cantante Rocío Durcal.
Shaila es también rostro de la marca Escada, y así de guapa como la veis, se presentó hoy en un evento en Madrid para presentar el nuevo perfume de la marca, llamado Taj Sunset. Me ha gustado muchísimo como se ve, así que ¿queréis comentar conmigo los detalles sabrosos?
La cantante lucía un sari (vestido tradicional de la India) precioso, aunque la combinación de colores, rosa intenso con celeste, a priori me hubiera parecido horrenda. En mi opinión, un sari es una de las prendas más sentadoras y femeninas que existen, porque los colores y diseños realzan mucho el rostro de quien lo lleva.
Los complementos también deben ir a la altura del vestido, y ya veis los enormes pendientes verdes con blanco y el collar a juego. Aunque los colores no son los mismos del vestido, el conjunto no deja sensación de exceso. Lo único que lamento es que el collar queda parcialmente tapado por el sari.
Quizás coincidiréis conmigo en que a menudo lo difícil no es encontrar el vestido correcto para la ocasión, sino el conjunto adecuado de maquillaje, complementos y el mismo vestido. Es necesario dar protagonismo a alguna de las cosas, no a todas, pero a veces cuando el vestido es el foco, se corre el riesgo de ser excesivamente austera con el maquillaje, lo que también es un error.
En este caso, se imponía un maquillaje sencillo, pero algo muy nude hubiera sido fatal, porque en medio de tanto color el rostro se vería deslucido y enfermizo. La sombra aplicada es de un color que me gusta mucho, una mezcla de marrón y borgoña, que destaca el color miel de sus ojos. También lleva los ojos delineados en negro y pestañas postizas.
Entre tantas cosas, los labios no tenían más alternativa que ir muy naturales, con nude y un poco de brillo. Lo mismo pasa con el colorete, apenas un rastro sobre las mejillas (de hecho, no estoy convencida de que no sean polvos bronceadores bien aplicados en forma de 3 desde la frente a la barbilla). Y las uñas, sin nada, perfectas.
Para el final he dejado lo mejor, el melenón de Shaila, que es lo que termina de redondear el look. Me da hasta un poco de envidia, porque el pelo se ve brillante y con mucha vida, pero ¿cuánto tendría que hacer para obligar al mío a verse así?
Soy toda oídos, queridas lectoras. ¿Os ha gustado tanto como a mí?
Imagen | Agencia Gtres
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