Puede que las llamadas conversaciones triviales, más conocidas ahora como small talks, no tengan secretos para ti, pero si has llegado hasta aquí es posible que no sea tu caso. Aunque a menudo se considera estas charlas como algo superficial, lo cierto es que pueden ser el camino para conseguir nuevas relaciones en muchos ámbitos de tu vida.
Manejarlas con habilidad es mucho más sencillo de lo que a priori puede parecer y lo primero que tenemos que tener presente es que una charla trivial no es un incordio o algo por lo que pasar, sino una oportunidad para acceder a una conexión más profunda.
Nos permiten generar confianza en otros, aprender de ellos y hasta ser más curiosas, como bien explica Georgie Nightingall, especialista en conversación e investigadora de conexión humana. Puedes darte cuenta de que quieres saber más sobre otros en lugar de “tener esa sensación de que solo pregunto por preguntar" como explicaba en su charla TED.
El secreto para mejorar tus charlas triviales: escuchar de verdad
Si quieres aprovechar al máximo esas conversaciones triviales y que pasen a ser algo más extenso y profundo, lo primero y más importante de todo es escuchar activamente. Usar frases como “cuéntame más”, que según un experto de Standford demuestra que eres buena conversadora, nos permite usar la curiosidad para profundizar en un tema. Piénsalo, a todos nos gusta que nos escuchen, y eso es justo lo que se nos olvida en ocasiones en las charlas triviales.
Nightingall asegura también que cada vez que alguien comparte algo contigo, está compartiendo un pequeño punto dentro de una gran red. La suya. “Nuestro trabajo es descubrir qué hace a esta persona diferente, interesante” y para ello la curiosidad es una gran aliada. Cuanto más curiosidad tengas acerca de las experiencias o perspectivas de otra persona, más probable es que la otra parte esté interesada en continuar la conversación y que esta se vuelva más profunda.
Puedes probar con la escucha activa para que la otra persona se sienta realmente atendida y si te atascas, puedes probar con alguna de estas preguntas para conocer realmente a la otra persona. Eso sí, evita en esas primeras conversaciones hablar de temas controvertidos como política o religión.
Y sobre todo, no tengas miedo a meter la pata. Cuando hablamos con alguien por primera vez nos preocupa tanto caer bien que no nos centramos en la conversación en sí y ese es el primer obstáculo al que nos enfrentamos, la llamada brecha del agrado. Céntrate en lo que la otra persona tiene que contarte y la conversación evolucionará sin que te des ni cuenta.
El potencial de una charla trivial para crear relaciones profundas
"Uno de los elementos clave de una small talk es tener la mentalidad de que en realidad no es ahí donde vamos a terminar", explicaba Nightingall. Piensa en tus amigas, en tu pareja, en esa compañera de trabajo con la que ahora te llevas tan bien. Es posible que vuestra relación comenzara como comienzan muchas, con una charla trivial, por lo que podríamos decir que es una oportunidad maravillosa para comenzar a conocer a alguien.
No se trata de rellenar el silencio, es mucho más. Existen investigaciones que demuestran que disfrutar hablando con extraños o conocidos aumenta el bienestar y nos hacen sentir mejor. Y en la gran mayoría de casos van mejor de lo que pensamos a pesar de la brecha del agrado.
La psicóloga Gillian Sandstrom de la Universidad de Sussex, afirma en esta investigación que la mayoría de las charlas triviales que tenemos por primera vez con alguien a quien no conocemos, van bien, especialmente si las personas tienen estas conversaciones frecuentemente. A más frecuencia, más confianza mostraban en su capacidad para hablar con extraños, así que fuera miedos. Lo peor que puede pasar es que no vuelvas a hablar con esa persona y lo mejor, es que encuentres en ella a alguien con quien compartir un nuevo vínculo.
Fotos | Euphoria (HBO)
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