No necesitas coger vuelos o hacerte mil horas de carretera para descubrir rincones que te harán viajar al pasado. Este pueblo bonito está a solo una hora de Madrid, ubicado entre montañas y con una atmósfera que hace detener el tiempo, las preocupaciones y el estrés.
Se llama Patones de Arriba y es un pueblo con encanto que parece estar detenido en el tiempo, entre bosques y montañas de la Sierra Norte de Madrid, incrustado en una brecha de la cordillera. Quizá por eso ha permanecido impasible al paso de los años, manteniendo su aspecto medieval que aún podemos disfrutar hoy en día.
Qué ver en Patones de Arriba
Patones de Arriba se descubre paseando, perdiéndose en sus callejones y descubriendo rincones acogedores entre balcones floridos, tejados de pizarra, puertas de madera y fachadas de piedra negra. Solo así verás que es un lugar verdaderamente mágico.
Hoy en día, los vecinos se han mudado a Patones de Abajo por una cuestión de comodidad y accesibilidad. Sin embargo, Patones de Arriba continúa cuidado, atendido y muy vivo gracias a la industria del turismo. Por eso encontramos el pueblo lleno de restaurantes, casas rurales y tiendas de artesanía. Merece la pena visitar la Iglesia de San José, de estilo barroco del siglo XVIII muy austera y pequeña.
Dónde comer en Patones de Arriba
Una escapada a Patones viene siempre acompañada por una exquisita comilona manchega en algunos de los restaurantes de la localidad. Algunos de los más míticos son El Rincón de Patones con una chimenea para calentarse en las escapadas invernales, La Cabaña de Patones con su decoración rústica y cocina tradicional o El Rey de Patones, abierto en 1970 y con vistas a la montaña.
El rey de los Patones: la curiosa historia de Patones de Arriba
Lo más curioso de Patones de Arriba no son sus rincones pintorescos o su enclave en un barranco. Lo más sorprendente es que Patones fue un reino hasta el siglo XVIII, con un rey hereditario durante siglos, hasta que comenzaron a ser alcaldes a mediados del siglo XVIII. No se sabe mucho de aquel reino porque toda la documentación se quemó en la Guerra Civil.
Cómo llegar a Patones de Arriba
Aunque se encuentra en la Comunidad de Madrid, está casi en la frontera con Guadalajara, a 60 kilómetros de la capital por la A-1. Quizá por eso tiene esa arquitectura típica de los pueblos negros de Castilla La Mancha, con casas de piedra y calles empedradas que lo convierten en una visión muy rural e histórica.
Fotos | @aepatones, @patonesturismo.
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