Si me pidieran nombrar un paraíso en la tierra, uno de los primeros lugares (si no el primero) que se me vendría a la cabeza sería Bali. Nunca he estado en esta isla del Sudeste Asiático pero, a estas alturas, raro es que alguien no sepa que tiene unas playas impresionantes y una vegetación exuberante que forman esos paisajes de postal, que tantas fotos de influencers atestiguan en Instagram. Sin embargo, ya sabemos que en cuestión de redes sociales, del dicho al hecho hay un trecho y Bali no es una excepción. De este modos, a las tres horas de cola que denunciaba en redes Laura Menéndez que había en el templo de Pura Lempuyang, se le están sumando otras voces que destapan lo que normalmente nadie te cuenta.
"Necesito irme de Bali ya. Me quedan cuatro días contados y tengo ganas de irme", empieza diciendo Lucía Ramón en un vídeo subido a su cuenta de TikTok en el que desinfluencia las vacaciones en este lugar con el que muchos sueñan con poder pagarse unas vacaciones o marcharse de año sabático. Lucía, de hecho, cuenta que lleva dos meses viajando sola por Indonesia pero que está "agotada ya de esta vida aquí".
Según su opinión y experiencia, Bali estaría lejos de ser el paraíso que te pintan. De hecho, ella le ve "más contras que pros" y asegura no entender a esa "gente que llora cuando tiene que marcharse" o a la que se plantea dejarlo todo e irse a vivir a dicha provincia indonesia. Y los motivos para haberse quedado con esta sensación negativa son varios.
Tráfico caótico y aceras inexistentes
El primero de los contras que señala es el tráfico. "Al principio me parecía divertido, ahora ya me da mucha pereza coger la moto", explica Lucía que, aunque estaba al corriente de lo caótico que puede llegar a ser el tráfico, "no es lo mismo contarlo que vivirlo". El problema es que no es un lugar en el que se pueda ir andando a los sitios porque no hay aceras, por lo que dependes del transporte aunque no quieras.
Paraíso perdido por la basura
El segundo, y el que a su vez dice afectarle más, es la cantidad de basura que cuenta que hay "por todos lados". Desde luego, no es lo que uno espera encontrarse en el paraíso pero, según The Guardian, Bali produce 1,6 millones de toneladas de residuos al año, de los cuales 303,000 son plástico, y más de la mitad no se recoge. Es un problema que se ve agravado por el turismo masivo en la zona y las corrientes marinas que traen desechos de otras islas. Además, según comenta la tiktoker, las playas también están bastante sucias en general.
Hay playas más bonitas en España
No obstante, la suciedad no es el único problema que plantean sus playas sino que "hay unas olas gigantes, unas corrientes de locos", tal y como describe Lucía. Eso sí, señala que deben de ser una fantasía para quienes practiquen surf. Sin embargo, si solo quieres ir a bañarte y a estar tranquilo, "no son las playas adecuadas". De hecho, ella afirma que tampoco son para tanto y que, en su opinión "hay playas más bonitas en España".
A las seis de la tarde ya es de noche
Algo que Lucía Ramón no sabía y descubrió al llegar a Bali es que anochece muy pronto y a las seis de la tarde ya es de noche. De este modo, la gente diurna puede sentir que el día les dura poco.
No es tan barato
"Es verdad que con un sueldo de España puedes vivir mejor en Bali, pero tampoco es tan barato". Sobre todo, puntualiza, si quieres participar del "postureo" de ir a comer al tipo de lugares aesthetic que los turistas suelen mostrar en redes o alojarte en villas.
Por todos estos motivos, además de la cantidad de perros abandonados que hay en la calle o lo largos que pueden hacerse los días de lluvia, es por lo que opina que está romantizado el concepto de hacerse nómada digital e irse a vivir a Balí. Aunque reconoce que también tiene puntos a favor como lo encantadora que es la gente y lo seguro que es para mujeres que viajan solas. Además de la energía chill y de hacer todo "con mucha calma" que Lucía asegura que se te acaba contagiando y "te sientes bien y feliz" por ello.
Foto de portada | Russs95 y Lucía Ramón
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