Era uno de los pueblos pesqueros más bonitos de España, pero las segundas viviendas han expulsado a los vecinos y pierde el encanto

Hace tiempo fue uno de los pueblos de pescadores más encantadores y tranquilos de la Costa Blanca. Sus calles eran un remanso de paz, con sus casas encaladas y un puerto pequeño, donde los marineros traían cada día el pescado fresco. Pero hace ya mucho que eso quedó en el olvido, sepultado entre turistas, segundas viviendas y tiendas de souvenirs.

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Nos referimos a Moraira, un rincón costero del Mediterráneo que consiguió conservar su esencia marinera lejos del turismo de masas durante más tiempo que algunos de sus vecinos, como Benidorm. Sin embargo, cuando los turistas lo descubrieron cambió radicalmente y ahora ha perdido toda su identidad.

A día de hoy, Moraira se ha convertido en un hervidero de turistas, especialmente en la temporada de verano. Sus calles están atestadas de extranjeros, restaurantes más pensados para los visitantes que para la gastronomía local y segundas viviendas de alemanes, británicos y holandeses que llegan atraídos por el buen clima.

Por no hablar de sus playas, donde la música alta, las sombrillas y los gritos son los protagonistas. El puerto también ha sufrido, con yates expulsando a las barquitas de pescadores de sus espacios. Sin embargo, aún quedan algunas pequeñas embarcaciones que luchan por mantener la tradición pesquera local.

Castillo de Moraira

El castillo de Moraira se mantiene en pie, testigo silencioso de todo el cambio que ha sufrido su localidad. Lo mismo ocurre con el casco antiguo de Moraira, que sigue siendo mágico si conseguimos obviar los carteles de Vv en los portales y la multitud de turistas creando ríos de gente en las calles. Aún quedan calles empedradas, balcones de hierro forjado o mercados artesanales.

En realidad, Moraira es el barrio costero de Teulada Moraira, el municipio de Alicante al que pertenece. Aquí es donde se ha concentrado el crecimiento descontrolado de viviendas vacacionales, convirtiéndose en una especie de Marbella con precios desorbitados que han desplazado a los vecinos. De nuevo, otro lugar precioso de calas paradisiacas que es devorado por la falta de control al turismo.

Fotos | Civitatis, @teuladamorairatourism, Comunitat Valenciana.

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