El pueblo medieval de Castilla y León que más bonito está en julio. Campos de lavanda, un castillo y cielos sin contaminación

Cuando llega julio, el paisaje castellano se transforma. Los campos dorados de cereal que dominan el horizonte ceden su espacio a un mar malva de flores aromáticas y, por un momento, te parece que estás en la Provenza. Probablemente, pienses que nos estamos refiriendo a Brihuega, pero tenemos la mente en otra provincia. Estamos en Tiedra, un pequeño pueblo medieval de Valladolid donde la lavanda también florece en esta época del año.

Esta localidad, que es de esas que parece detenida en el tiempo, con su castillo vigilante y calles empedradas, ha encontrado en la lavanda una nueva identidad. Desde 2008, el cultivo de esta planta (así como de su primo el lavandín) ha ido ganando terreno hasta llenar más de 400 hectáreas. El resultado es un espectáculo sensorial y un ejemplo de cómo una planta puede transformar un paisaje y una economía.

Juan Blanco Photography

En Tiedra, las visitas guiadas; las catas de productos; los paseos en 4x4 y hasta las experiencias de mindfulness entre flores convierten la escapada en algo mucho más que un destino para desconectar y hacerse fotos para Instagram.

Un buen ejemplo de que la lavanda no solo perfuma el aire, es la miel de Tiedra, que ha sido reconocida internacionalmente, y algunas cooperativas locales ofrecen experiencias de apiturismo. Esto permite a los visitantes conocer de cerca el mundo de las abejas y la apicultura con actividades como visitas a colmenas, talleres sobre la producción de miel y degustación de productos como miel, polen y jalea real.

Aumentando la belleza natural del paisaje se alza en lo alto de un cerro una fortaleza, recuerdo de los tiempos en los que Castilla y León eran reinos separados. Es el castillo de Tiedra, con su imponente torre del homenaje, que actúa como catalizador de un viaje que lleva siglos atrás y permite contemplar el territorio tal y como lo hicieron sus habitantes en la época medieval, muralla exterior y patio interior incluidos.

Jose Luis Cernadas Iglesias

Además, gracias a la baja contaminación lumínica, Tiedra puede presumir de tener uno de los cielos más limpios de España. De hecho, cuenta con un Centro Astronómico que ofrece visitas y observaciones, tanto diurnas como nocturnas. Aunque es especialmente recomendable su agenda durante la lluvia de estrellas de las Perseidas en agosto.

Foto de portada | Juan Blanco Photography