Muchas de las actividades sexuales en pareja o en solitario que practicamos para nuestro placer tienen lugar en la habitación, específicamente en la cama, sin embargo, cuando nos preparamos para dormir después de un largo día de trabajo es probable que, inconscientemente, nuestro cuerpo responda a ciertos estímulos que dan paso a prácticas como la masturbación o incluso a una relación sexual con quienes duermen a nuestro lado, de eso se trata la sexsomnia: de realizar una actividad sexual mientras se duerme.
La sexsomnia abarca una gran variedad de comportamientos sexuales, desde la masturbación, las caricias, las vocalizaciones sexuales o hasta las relaciones sexuales con penetración.
Cuando se padece de este inusual desorden, es probable que las personas tengan amnesia de los acontecimientos y no recuerden nada de lo que pasó la noche anterior.
Se cree que la sexsomnia es una parasomnia de movimientos oculares no rápidos (NREM por sus siglas en inglés) y generalmente ocurre durante la primera mitad de la noche durante las etapas 3 y 4 del ciclo de sueño.
Un desorden que se ha castigado con cárcel
La sexsomnia en el contexto legal ha sido reconocida en juicios penales y, en algunos casos, ha sido absuelta al considerarse como una conducta voluntaria excusable en personas que desconocen que están realizando una conducta sexual.
Este tipo de conductas, plantean la cuestión de si los individuos son responsables de sus comportamientos si no son conscientes de que ese comportamiento está teniendo lugar, o si en verdad se trata de una excusa para justificar un comportamiento inadecuado o, incluso, un intento de violación.
Uno de los casos más sonados es el de un abogado en Reino Unido, que afirmó sufrir sexsomnia, pero que, al ser encontrado culpable por cargos de violación en 2023, fue condenado a siete años de cárcel tras someter a tres víctimas a abusos sexuales hace más de una década.
¿Cómo se diagnostica la sexsomnia?
Las personas que creen que padecen este tipo de conductas no declaran sus conductas a un médico, sexólogo o especialista del sueño por vergüenza, sin embargo, es importante recordar que la sexsomnia suele ser tratable.
Quienes sientan que están en posibilidad de vivir con esta parasomnia, hablar con un profesional médico es el primer paso en el diagnóstico y tratamiento, el que se encargará de realizar un estudio del sueño grabado o una polisomnografía en video para comprender mejor su afección y cualquier causa subyacente relacionada con el sueño y este tipo de actividades.
Dependiendo de los resultados de su estudio del sueño, es posible que se requieran otras pruebas para descubrir si tiene otra afección médica asociada con la sexsomnia, como lo puede ser el uso de sustancias, el alcoholismo, la depresión o el estrés.
¿Cómo se trata la sexsomnia?
Hay que tener claro el hecho de que, en la mayoría de casos no supone un grave problema este tipo de padecimientos, ya que, cuando se comparte cama con otra persona, aquella que está despierta no quiere sexo, basta con parar al sonámbulo para frenar su actividad.
En los casos en que esto no sea suficiente y dé paso a un problema más importante, es recomendable buscar consejo en profesionales especializados en desórdenes del sueño.
Estos especialistas, ofrecerán el mejor tratamiento para este tipo de conductas, en donde la solución puede ser el uso de dispositivos que ayuden a contrarrestar los efectos de la apnea obstructiva del sueño.
Otra solución simple y efectiva, aunque temporal, es dormir en camas separadas o incluso en habitaciones diferentes. En cualquier caso, siempre será positivo hablar del tema en la pareja de forma sincera, con comprensión y empatía para evitar aumentar los posibles sentimientos de culpa del afectado.
Foto de Vidar Nordli-Mathisen en Unsplash
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