Pepa López
Editor SeniorTengo una amiga que me tiene los MDs de Instagram inundados de memes y reels. A veces son tantos que no me da tiempo a verlos todos, pero me hace feliz igual. Sé que es su lenguaje del amor y el de mucha otra gente en la era de Internet. Todos conocemos los cinco idiomas clásicos, pero las redes sociales han acuñado uno nuevo: el pebbling.
Qué es el pebbling o el arte de mandar memes. Es la capacidad de demostrar tu amor de forma digital, a golpe del envío constante de memes y contenido audiovisual por redes sociales, para generar una reacción compartida. No es solo darle a "enviar", es el acto de pensar en la otra persona cuando ves algo gracioso, romántico o interesante. De esa forma, demostramos que les tenemos presentes.
El término pebbling viene del inglés pebble, que significa guijarro o piedra. Está inspirado en la costumbre de los pingüinos papúa, que escogen piedritas lisas y bonitas para regalar a sus parejas, un símbolo de interés y de compromiso. Los memes son nuestras piedras.
Un lenguaje del amor sin esfuerzo, pero intencionado. Los grandes gestos de amor están bien, pero no podemos hacerlos a menudo. Lo que sí podemos embeber en nuestra vida cotidiana son microgestos que construyen un lenguaje compartido. El pebbling fortalece la intimidad, ayuda a consolidar relaciones más sólidas y refuerza la homofilia o disfrute por compartir gustos, ideas y sentido del humor. Con ello incrementamos la afinidad emocional, ya sea con amigos o con nuestra pareja.
Una relación no vive solo de pebbling. Está práctica es maravillosa para reforzar la conexión emocional, pero no sirve de base para construir relaciones profundas. Para conocer a alguien hay que hacer preguntas, tener conversaciones sinceras y pasar tiempo de calidad juntos. Sin embargo, entre reuniones y citas siempre podemos mantener la ilusión viva a golpe de memes.
Fotos | ChatGPT, @pepatatas, Oceanographic.
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