Siendo sincera no veo mucho la televisión. Me alimento a base de plataformas de streaming y podcasts, pero fue una adolescente de esas que vivía el día de mi serie favorita con tanto fervor como vivo ahora el lanzamiento de una nueva canción de Harry Styles o una nueva película en la Jacob Elordi asome aunque sea un pelo por la pantalla.
Era fan de Compañeros, de Médico de familia y antes, de Farmacia de guardia. Pero también lo era de Los hombres de Paco. Por eso su vuelta me causaba miedo y alegría a la vez. ¿Y si ahora, 15 años después, no era cómo esperaba?
Y la cosa no empezó bien, porque ¿dónde está Pignoise? Nada que perder no sonó al comenzar la serie y a mí se me rompió algo dentro.
La relación de Lucas y Sara en Los hombres de Paco
Pero se me curó enseguida porque sí, lo de Lucas y Sara sigue ahí tan vivo como siempre. La complicada historia de amor de estos dos personajes interpretados por Hugo Silva y Michelle Jenner fue una de las más míticas de la historia de la tele.
Lucas era compañero de trabajo de Paco, el padre de Sara. Además era vecino y había estado casado con su tía Silvia, y por si fuera poco, él tenía 33 y ella 15 cuando la serie comenzaba. Ella siempre había estado enamorada de él (todos hemos tenido un crush en nuestra adolescencia que era más mayor), pero él la veía como a una niña y hasta de la familia. Pero todo cambió y comenzó a ver en ella algo más. Era amor, aunque ahora años después nos parezca un poco creepy.
Una relación a escondidas, las idas y venidas, los terceros (Aitor por ejemplo, interpretado por Mario Casas), y todos los problemas que la relación causaba terminaron bien. No te desvelaré nada si te digo que la serie primigenia terminó en bodorrio, porque 10 años después del final se pierde el derecho a protestar por un spoiler, pero tanto sufrimiento finalmente tuvo un final feliz.
Ahora, en la vuelta de Los hombres de Paco, Lucas y Sara siguen juntos y son padres de un niño de 11 años, Fran. Ambos siguen siendo agentes, Sara de hecho es la inspectora jefe más joven del cuerpo, y hasta aquí puedo leer.
Pero sí te diré que el guiño que la serie hizo cuando por fin les vimos juntos nos puso la piel de gallina y lo admito, chillé de felicidad. Y es que ese “parece que va a llover” que se escuchó en el primer capítulo estaba lleno de recuerdos.
La nostalgia y todo lo que tiene la nueva serie de Los hombres de Paco
¿Se puede vivir del recuerdo? Pues en este caso y habiendo visto el primer capítulo de la serie, sí. Es divertida, tiene acción, es disparatada y cuenta con todos los ingredientes que tenía la anterior. Es como cuando ves a una amiga con la que hace meses que no hablas y la conversación continúa como si os hubierais visto ayer.
Aunque es cierto que la tele no es como era y que lo que funcionaba antes no tiene por qué hacerlo ahora. Al fin y al cabo cuando empezó en 2005 Los hombres de Paco éramos mucho más jóvenes, pero por ejemplo la química entre Paco Tous y Pepón Nieto sigue como entonces y a mí de momento esta nueva apuesta me ha molado.
Pero soy millennial y lo que me gusta hoy puede no gustarme mañana así que el tiempo será el que nos diga si es un nuevo éxito o si esta segunda parte se convierte en un estrepitoso fracaso. De momento, para mí es una buena razón para encender la tele y huir de Netflix, porque la nostalgia bien administrada es una vuelta a momentos felices y eso, me encanta.
Fotos | Los hombres de Paco
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