"Soy infiel y no puedo parar", un tema recurrente en las sesiones de terapia que sucede más de lo que creemos

"Quiero dejar de ser infiel pero no puedo". Es una frase que se escucha con frecuencia en las consultas terapéuticas y que desde fuera puede parecer tan sencillo como dejar de hacerlo y punto. ¿Pero qué se esconde realmente tras una infidelidad? ¿Es una decisión en firme o es algo que surge espontáneamente? ¿Podríamos suponer que quien inicia otra relación quiere escapar de una realidad que no sabe afrontar? Existen miles de interrogantes en torno a la infidelidad y por eso hemos querido hablar con una experta en la materia para entender qué se esconde detrás de este tema, tan complejo como tabú, que nos perturba a (casi) todos.

Detrás de la infidelidad

Cuernos, deshonestidad, secreto, amenaza, sufrimiento, adulterio... los términos que giran en torno a la infidelidad duelen y por eso nuestra sociedad tiende a reprimirlo u ocultarlo. Aunque cada infidelidad es diferente, todas suelen relacionarse con la traición y el engaño, pues minan nuestra autoestima y nos hacen sentir diminutos, casi invisibles.

"La infidelidad es una de las primeras causas de divorcio y conflicto de la pareja. Hay quienes ni le dan vuelta de hoja al asunto, y lo terminan de inmediato. Pero hay también quienes permiten que esto suceda y no ponen límites, sino que siguen aguantando hasta que algo externo les separe", explica la médico y coach de pareja Marcela Wolff, fundadora de Matrimonio con Propósito, donde trabaja con parejas en prevención de divorcios.

Nos cuenta que la infidelidad nunca es por una sola razón. Es decir, hay muchos factores que influyen en que una persona sea o no infiel. Uno de ellos hace alusión a las necesidades básicas de la persona, como por ejemplo la aceptación, identidad, amor propio, amor de pareja... Si éstas no están suplidas, puede ser una persona propensa a ser infiel. La buena noticia es que todos estos factores pueden ser transformados.

También influye el tema sexual. Ante la pregunta de si hormonalmente hay cierta predisposición en personas sexualmente muy activas, Wolff se opone a esta teoría: "Aunque a priori pensemos que los hombres son más sexuales que las mujeres porque tienen 100 veces más testosterona, el ser humano afortunadamente no se guía exclusivamente por ellas. Por eso, cada vez las mujeres son más sexuales, porque el cerebro también toma decisiones. Si nos vamos a que solamente somos hormonas podríamos decir que los hombres son más infieles, pero ahí dejaríamos toda decisión al animal y no al ser humano que decide libremente y con conciencia".

"En mi vida de mentora de parejas también he dado con personas con una relación sana, quienes atraviesan una infidelidad pero hay un arrepentimiento completo y absoluto por parte del ofensor. También se da una actitud de perdón y entendimiento por parte del ofendido, que está dispuesto a perdonar y pone los límites necesarios para continuar en la relación. Pero, eso sí, con la advertencia de nunca más tolerar esa falta".

¿Se puede vivir siendo fiel?

"Muchas personas vienen a mi consulta preguntándome si se puede vivir siendo fiel", explica la experta. "Y la respuesta es sí. Porque amar es una decisión, así como ser fiel a mi pareja y respetarle. Que yo esté casada no implica que las personas interesante y atractivas desaparezcan de mi vista. Al contrario, parece que se multiplican. Pero mi intención es querer a mi pareja y serle fiel. Yo, simplemente tomo distancia de quienes puedan poner en peligro mi relación y apuesto por protegerla".

Si se ha sido infiel, ¿se puede dejar de serlo?

"La respuesta es, de nuevo, sí. Un sí rotundo", asegura Wolff. "Lo único que se necesita es tomar conciencia. Tomar conciencia de cómo defiendo y protejo mi relación, de cómo mantengo la confianza, de cómo no entrar en monotonía a pesar de la rutina del día a día... Tener una relación de compañerismo, amor, amistad, sexualidad y confianza es lo mejor del mundo. Al dar prioridad a mi pareja, garantizo que no entre nadie más".

"Todos somos imperfectos y nos equivocamos y aquel que es infiel se equivoca al igual que lo hace el que miente, o el que se gasta el dinero de los dos sin decir nada, o es igual de imperfecto que aquel que no hace nada en casa. Ser fiel sí se puede, y todas la personas son susceptibles de cambiar", recalca la educadora matrimonial.

Requiere un acompañamiento profesional

Wolff reconoce que todo ello requiere acompañamiento profesional guiado: "Es importante adquirir herramientas para defender y proteger mi relación, estrategias para saberme comunicar de manera asertiva y no entrar en conflicto constante con mi pareja y que eso me haga dudar de mi compromiso".

Sostiene además que es necesario aprender a reconocer el lenguaje de mi pareja en cuanto al amor se refiere, y comprender sus necesidades, para poder tener una comunicación fluida y llena de transparencia, así como poner el foco en conocer las necesidades sexuales del otro.

Si no consigo dejar de ser infiel con todo propósito marcado, ¿es porque no amo a mi pareja?

"Decir que no somos capaces sería darle mucho poder a la parte animal del ser humano y quitarle años de evolución que nos ha dado la corteza cerebral. Es posible dejar de ser infiel porque basta con ser consciente y tomar la decisión de respetar a mi pareja. No somos víctimas de la infidelidad, sino que es una decisión. Así que sí, somos capaces. Requiere compromiso. Pero hay personas que no quieren comprometerse..."

Fotos | 'Divorce', 'Love Actually', 'Amores Infieles', 'Infiel'


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