Que Stella McCartney emplee únicamente materiales cruelty-free en sus colecciones no quiere decir que los animales no puedan ser también protagonistas de sus desfiles. La firma llevaba unos días adelantando mediante chistes en Instagram que algo tramaba. Un zorro, por ejemplo, saludaba mientras aseguraba que su abrigo le quedaba mejor a él o unas vacas copulando reclamaban "más placer y menos cuero". Finalmente, ha presentado su colección otoño/invierno 2020-21 abriendo la Semana de la Moda de París y subiendo a la pasarela a todos los animales con cuya piel no hace ropa.
Una reivindicación con humor contra del maltrato animal por parte de la industria de la moda, en la que modelos disfrazados de conejos, vacas, zorros y otros animales se han colado en el desfile como si fueran una propuesta más de la firma. Eso sí, en esta ocasión, sin ser parte de ninguna prenda o complemento como es habitual en estos desfiles.
Y es que la diseñadora siempre ha apostado, desde que creara su marca homónima en 2001, por buscar en su producción alternativas más sostenibles que reduzcan la huella ecológica. Algo que la ha llevado a ser nombrada consejera especial del equipo de sostenibilidad del conglomerado LVMH. Además, su compromiso con el medio ambiente la ha llevado asociarse con Google para desarrollar una herramienta que promueva la causa medioambiental en toda la cadena de suministro de la industria.
Un desfile simpático que hizo sonreír a los invitados a la front row y con cuyos protagonistas, personalidades del mundillo como Anna Dello Russo no han querido dejar pasar la oportunidad de hacerse unos selfies.
Sin embargo, se trata de una performance menos original de lo que puede parecer a primera vista ya que encuentra referentes muy recientes en otras marcas. Primero ha sido Thom Browne para presentar su colección de hombre Otoño 2020, que sustituyó la cabeza de sus modelos por la de animales del Arca de Noé. Algo que no se quedó únicamente en arte para las fotos del catálogo y que ha subido también en París a la pasarela.
Otro ejemplo lo encontramos en la colección otoño-invierno 2020/2021 de Marni, inspirándose en el concepto de cómo Alicia vestiría si fuera una mujer del siglo XXI. Siendo así, no podía faltar un guiño al mundo de fantasía de creado por Lewis Carroll y un conejo psicodélico cerró el desfile. El punto divergente es que, a diferencia de Stelle McCartney, ninguna de estas firmas ha subido animales a la pasarela como protesta sino por motivos estéticos. Sea por la razón que sea, estamos, sin duda, ante una tendencia que parece haber llegado a las pasarelas para quedarse (al menos durante esta temporada).
Fotos | Instagram de Stella McCartney, Thom Browne, Imaxtree.