Natacha Ramsay-Levi, directora creativa de Chloé, lo tiene claro: la moda de aires setenteros es una de las tendencias que pisa más fuerte este año. Esta estética, que juega entre la inspiración bohemia y la folk, lleva varias temporadas presente en nuestras vidas, pero ahora ha llegado el momento en que la explosión es más potente que nunca.
La firma francesa, todo un icono para las amantes de la moda (muy) femenina, apuesta por piezas de lo más ponibles (que, con muchas posibilidades, veremos clonadas en marcas low cost), geniales para dar la bienvenida al próximo otoño.
París se rinde ante la belleza de una propuesta donde la mujer se tiñe de tonalidades cálidas con vestidos vaporosos y accesorios como los cinturones y los pañuelos de seda anudados al cuello.
Una de las prendas clave de lo nuevo de Chloé son los vestidos. Tanto los modelos camiseros (ajustados a la figura con un cinturón), los diseños vaporosos como los vestidos midi son los protagonistas de esta propuesta. Algunos diseños optan por los estampados de cuadros, otros por el popular parsley (o los lunares, en una versión más trendy) mientras que los modelos más minimal prefieren el blanco (que destacan con preciosos bordados). Los patrones son fluidos y cómodos, mostrando así a una mujer que puede lucir estas prendas las 24 horas del día.
Más allá de los vestidos, los trajes dos piezas con pantalón son otra gran apuesta de la colección. La mujer Chloé luce, como ninguna, las americanas y los pantalones de corte amplio. Las blazers, de aires masculinos, se ciñen a las curvas con cinturones, y los pantalones son tanto vaqueros wide leg como pantalones de pinza en tonos cálidos de patrón (súper) ancho y fluido.
Uno de nuestros modelos favoritos de la colección es un pantalón de corte amplio realizado en piel de color cuero, una prenda que no ha dejado indiferente a nadie (y que veremos, seguro, en la calle esta temporada). Por otro lado, las faldas midi vaquera son un gran aliado de los looks que dejan atrás los pantalones.
Las camisas son de inspiración folk y brillan gracias a los detalles de los cuellos (tanto por su forma como por las aplicaciones que una serie de modelos lucen). Algunos modelos se tiñen de colores sólidos, con el blanco y el arena como tonos predominantes, mientras que otros lo hacen de estampados como el parsley, los cuadros o los print que recuerdan a obras de arte.
El punto es uno de los tejidos fundamentales de lo último de Chloé. Este género, tan popular en la década de los 70, se emplea tanto en chalecos (prendas clave de esta temporada) como en vestidos y jerséis de cuello alto. En esta categoría cabe destacar los diseños que apuestan por prints clásicos como las rayas y los rombos. Las prendas de abrigo son de aires masculinos y destacan por sus grandes solapas y por apostar por los tejidos acolchados.
En relación a los accesorios, vemos una predominancia de los botines de tacón bajo con lazada. Un calzado cómodo, práctico y funcional. La variedad de bolsos es (prácticamente) infitina y va desde bandoleras mini hasta shoppers en versión XXL. Uno de los complementos que diferencia la colección de Chloé de otras que hemos analizado estas últimas semanas son los pañuelos. En este caso, los vemos de gran longitud, en estampados discretos pero preciosos y anudados al cuello.
Chloé cierra su desfile Otoño-Invierno 2020/21 con una serie de diseños ideales para la noche (y para cualquier alfombra roja). Los últimos tres vestidos de la colección son vaporosos, largos y cuentan con preciosos cuellos de dibujos florales.
La firma francesa dice "sí" a la consolidación de la estética propia de la década de 1970 con un magnífico desfile en el marco de la Semana de la Moda de París.
Fotos | Imaxtree
