Si creías que todos los dramas de instituto eran cosas de críos, Netflix ha demostrado todo lo contrario con 'Unknown Number: The High School Catfish' el documental que está en boca de todos por el pedazo de plot twist que pocos se ven venir. Sin hacer spoileres, todo empieza cuando Layrin y Owen, dos adolescentes de trece años que empiezan a ser acosados por mensaje de texto llenos de insultos y de obscenidades de alto contenido sexual. Sin embargo, aunque el acosador anónimo parece conocerlos demasiado bien, ni siquiera la policía consigue desenmascarar su identidad a lo largo de dos años.
Es un hecho que, para que sea efectista, esta historia debe ser contada de forma cronológica, tal y como la vivió la pequeña comunidad estadounidense en la que sucedió. Protegiendo a toda costa el plot twist para que no pierda fuerza narrativa. Sin embargo, al mismo tiempo, esto también le quita tiempo a poder profundizar en lo verdaderamente importante: todo lo concerniente al stalker. Estos son algunos puntos en los que el documental de Netflix flaquea y para los que son necesarios una documentación adicional. Advertencia: la mayor parte del artículo está escrito evitando desvelar el misterio, menos el final, donde se advierte antes del peligro.
Por qué dos personas sospecharon de esa persona desde el principio
Todos los detalles y aristas de un caso que se desarrolló durante dos años y cuyos destrozos y heridas todavía siguen curándose, no caben en una hora y media de documental. Por lo que, después de haberlo visto, muchos espectadores nos hemos quedado con muchas preguntas y con la sensación de que deja muchos cabos sueltos. Por uno de los más llamativos se pasa muy por encima en los últimos minutos del metraje y es por qué los padres de una de las investigadas sospecharon desde el principio del verdadero culpable.
Si este documental está en boca de todos es por lo inesperado de la identidad del agresor así que resultaría muy interesante saber de forma más detallada por qué los padres de Khloe, una de las alumnas del instituto que el stalker pintó como sospechosa y que fue duramente juzgada durante las investigaciones. Es cierto que, al ser el padre policía, pudo ser más fácil para el matrimonio atar cabos o sospechar de perfiles menos obvios. Sin embargo, por lo que cuenta el documental de Netflix, ningún otro policía sospechó de dicha persona hasta que llegó el FBI.
Por todo esto, es fácil que uno se pregunte qué cosas extrañas podía haber estado haciendo para que su perfil no pasara desapercibido para el matrimonio, que se tomó las molestias de informar al sheriff, aunque este no los hiciera ningún caso.
La detención fue peor de los que se ve en el documental de Netflix
Algo que ha llevado a muchos espectadores a desconfiar de Lauryn y a revictimizarla es su reacción inexpresiva y pasiva cuando la policía acude a acusar oficialmente al stalker que lleva dos años amenazándola e insultándola. Toda la escena quedó registrada por la cámara corporal de los agentes y se muestra en el documental.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la versión que vemos como espectadores es muy reducida y no muestra el cuadro completo. Básicamente porque íntegra dura 20 largos minutos. No obstante, según ha contado Skye Borgman, la directora de 'Unknown Number: The High School Catfish', es una grabación que no tiene desperdicio y, de hecho, ha confesado que mientras trabajaban en la película, no podían dejar de verla. Es lo que tienen los accidentes a cámara lenta...
La relación de Lauryn y su stalker después de que se descubriera el pastel [con spoilers]
El documental de Netflix no tiene tiempo de poder ahondar en la complejidad del proceso de Lauryn tras descubrir que detrás del delito se encontraba su propia madre. Las pinceladas que se dan hacen que sea incomprensible entender que La víctima quiera seguir manteniendo una relación con su agresor y que incluso la eche de menos.
Más allá de la perspectiva que podría aportar un psicólogo experto en la psique de hijos de padre narcisistas, no se ha tratado en pantalla la profunda crisis emocional que Laurin vivió tras la detención de su madre. De este modo, aunque inicialmente intentó mantener el contacto con Kendra, la relación se volvió insostenible. La realidad es que es difícil para una hija perder a su madre, incluso cuando esta es una maltratadora.
Lauryn ahora reside con su padre, quien obtuvo la custodia total, y está enfocada en su educación, aunque le deje la puerta abierta a su progenitora. Incluso Skye Borgman contó en el Netflix' Tudum que Lauryn aún está "empezando a darse cuenta de que ella puede ser quien lleve el control, que puede tomar todas las decisiones por sí misma".
Fotos | Netflix
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