Muere Enrique Loewe Knappe, el león que durante 50 años dirigió todo un imperio

Muere Enrique Loewe Knappe, el león que durante 50 años dirigió todo un imperio

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Muere Enrique Loewe Knappe, el león que durante 50 años dirigió todo un imperio

El pasado 23 de octubre Enrique Loewe Knappe cumplía 103 años. D. Enrique, como respetuosamente le llamaban todos sus trabajadores, era hijo de Enrique Loewe Hinton, nieto de Enrique Loewe Roessberg - un artesano alemán afincado en Madrid en el siglo XIX -, padre de Enrique Loewe Lynch y abuelo de Sheila Loewe. Para que aprendiese el oficio de guarnicionería, su padre le puso a trabajar desde muy pequeño en el taller de la familia. También pasó estancias en una fábrica de estuchería y marroquinería de Offenbach en Alemania.

Retrato

Para tener una visión más completa del negocio también trabajo como dependiente en una tienda de artículos de piel en Viena y en otra situada en la rue de la Paix en París. Para terminar de completar su formación, su padre le mandó también a pasar una temporada en Londres donde aprendió administración de empresas y trabajó en unas oficinas. Posteriormente, estudió física en la universidad de Stuttgart y matemáticas en la universidad de Madrid.

En el año 1905 la firma Loewe (que traducido del alemán significa "león") consiguió el título de Proveedor de la Real Casa. En 1922 abrieron una tienda en el número 7 de la calle Barquillo de Madrid donde atendían personalmente a la reina Victoria Eugenia.

Victoriaeugenia Loewe

Tras la muerte repentina de su padre, Enrique Loewe Knappe se tuvo que hacer cargo de la empresa con tan sólo 22 años de edad. Corría el año 1934, una época de tiempos revueltos (al año siguiente estalló la Guerra Civil en España).

Al acabar la guerra, encargó al arquitecto Francisco Ferrer Bartolomé el proyecto de decoración de una nueva tienda en la Gran Vía Madrileña. La época dorada de Loewe abarca desde 1945 a 1978 gracias a la dirección creativa del genial diseñador español José Pérez Rozas. Enrique Loewe Knappe lo contrató para montar los escaparates pero gracias a su gran talento terminó siendo el director artístico de la firma. La gente se desplazaba hasta la capital para ver los escaparates de Loewe.

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José Pérez Rozas hizo tándem con el arquitecto Javier Carvajal - el artífice del diseño de todas las tiendas Loewe que se fueron abriendo por toda España. Juntos formaron un dúo ganador que proporcionó muchas satisfacciones a Enrique Loewe Knappe.

En 1959 la firma inauguró su tienda de Serrano en Madrid que supuso un cambio en el estereotipo de los establecimientos de lujo. En 1961 abrieron una nueva tienda en Bilbao, en 1962 en Palma de Mallorca, en 1963 en Sevilla y en 1964 en Valencia y en Barcelona.

Tiendaserrano

La primera tienda Loewe que se abrió fuera de España fue en el hotel Hilton de Londres en el año 1963. Era una tienda pequeña pero funcionó muy bien. En 1966 abrieron su primera tienda en Jermyn Street y en 1969 en la prestigiosa Old Bond Street.

Como buen visionario Enrique Loewe Knappe sabía que Japón no tardaría en convertirse en un destino clave, ya que conocía las costumbres de los japoneses y era consciente de la pasión de este pueblo por todo lo que tenga que ver con la artesanía y con la buena calidad. Así que no dudó en viajar hasta Japón en varias ocasiones. A los japoneses les apasionaba la piel y los bolsos y Loewe supo ofrecerles el diseño y la calidad que demandaban convirtiéndose en un estupendo mercado para la marca. Una de las cosas que más sorprendieron a Loewe Knappe por aquella época era ver que en Japón todos los taxistas conducían con guantes blancos.

Loewe1

Cuando se le preguntaba a Enrique Loewe Knappe por el secreto del éxito de Loewe siempre respondía lo mismo: "Areit und Arbeit!". Trabajar duro, ser honesto con lo que se hace y tener olfato para las oportunidades.

También decía que el secreto para una larga vida (recordad que ha muerto con 104 años de edad) era intentar llevar una vida lo más sana posible, procurando no beber ni fumar, y hacer mucho deporte (a él siempre le gustó mucho jugar al tenis y al hockey, y practicar el remo). También presumía de ser un buen andarín, y solía comentar con buen humor que lo de la santa siesta era una costumbre la mar de recomendable y que él seguía a pies juntillas. Pero, en su opinión, lo más importante de todo era evitar la rutina y procurar renovarse constantemente.

Hoy despedimos a un gran hombre, que fue uno de los primeros en crear una gran marca de moda y lujo española (aunque tuviese nombre alemán) que luego se exportó al extranjero, y que hoy día sigue siendo un referente de calidad y de saber hacer en todo el mundo del "Made in Spain".

Fotos | Archivos Loewe

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