La inflación se ha disparado en 2021 y lo seguirá haciendo aún más de cara a 2022. Los expertos del Banco de España hablan ya de un repunte del 3,7%, el más alto en 30 años. Esto se traduce en un aumento de los precios en todos los ámbitos, desde la energía hasta el transporte, la producción o las materias primas. Algo que va a tener incidencia en los precios finales de todos los bienes y servicios. El universo de la moda y la belleza no está exento: así le afectará esta subida de la inflación a nuestras firmas favoritas.
La crisis de suministros en Europa
La falta de camioneros y la crisis del microchip ha llevado a muchas empresas a apostar por el envío marítimo, algo que no sirve de mucho sin medidas de transporte desde los puertos hasta las fábricas y tiendas. Esto se ha traducido en una saturación absoluta portuaria y en una subida radical del precio de los contenedores de barcos, que las firmas están solventando como pueden.
"Desde hace meses estamos trabajando para asegurar el normal funcionamiento de nuestra cadena de producción y abastecimiento. Hemos trabajado en varias líneas. Por un lado, en algunos momentos hemos utilizado vías alternativas de transporte como el camión o el tren, e incluso el avión, en caso de ser necesario, para asegurar el servicio a nuestro cliente." - Fuentes de Mango.
La crisis de la electricidad y el transporte está haciendo estragos en el universo de la moda y la belleza. Una situación a la que las firmas ya se están enfrentando para asegurar el abastecimiento. Fuentes de Mango así lo confirman, apostando por la producción en territorio nacional para evitar la incertidumbre de las importaciones:
"La situación del transporte mundial ha acelerado el proceso de reorganización de la estructura de aprovisionamiento que Mango y desde la compañía estamos apostando por incrementar nuestra producción en la Cuenca del Mediterráneo, especialmente en países como Turquía, Marruecos y Portugal, entre otros."
La repercusión en los precios de la ropa y la belleza
Según el INE y Eurostat, la moda y el calzado es uno de los grupos más tradicionalmente deflacionistas. Sin embargo, cerró el mes de noviembre de 2021 con un aumento del 4,7% mensual y el mes de diciembre con una subida de un 1% interanual. La subida más alta desde 1992, que continuará al alza según este mismo estudio de estadística, especialmente en la moda de hombre. Así lo confirman en Moda.es:
"Las prendas de vestir de hombre y el calzado de hombre han sido las que mayor inflación han registrado en noviembre: sus precios se han incrementado un 1% respecto al mismo mes de 2020. Las prendas de vestir de mujer han quedado en una inflación interanual del 0,9%, tres décimas por debajo de la que apuntaron en octubre."
Algunas firmas pagarán por la subida con sus propios beneficios
Algunas marcas absorberán el aumento en su empeño por no repercutir en el cliente final y así mantenerlo fiel.
"En Mango no tenemos previsto repercutir cualquier subida de costes en el precio final a cliente.” - Fuentes de Mango.
Otras firmas han apostado por dividir la subida de los precios entre la propia empresa y el consumidor final. Es el caso de la marca cosmética Skin Clinic, que nos confirma que han reducido su margen de beneficios pero esperan compensarlo con un incremento de las ventas.
"Las subidas en todos los aspectos indicados, además de materias primas y packaging, han sido tremendas, subiendo un 20% aproximadamente en el costo de la producción del cosmético. En SkinClinic hemos incrementado en el P.V.P. parte de la subida y otra parte importante la hemos absorbido de nuestros beneficios. El precio final se ve incrementado en torno al 3 %y en algún producto se ha dejado el que estaba." - Cayetano Gutiérrez, fundador de Skin Clinic.
No todas pueden absorber el disparo de precios
Sin embargo, no todas las empresas de la industria pueden digerir esta subida de los precios a nivel interno. Es el caso del grupo textil Nextil, que ya ha anunciado la subida de sus precios "debido a una mayor necesidad de fondos para el aprovisionamiento de materias primas y por la recuperación de la actividad productiva."
Esta es la consecuencia del encarecimiento de las materias primas, de las interrupciones y cuello de botella en la cadena de suministros y de la crisis eléctrica que vivimos a nivel mundial, que han elevado el coste de la vida (y la moda) a máximos históricos.
