Qué cosas pasan en este mundo de la moda. Si ya os hablamos hace un tiempo de la que se lió con el editorial de Vogue París en el que niñas de diez y pocos posaban cual veintitantos (¿la reprobación está en la permisividad de los padres, la mirada de quién lo vé o la utilización de la revista?) ahora nos encontramos con un caso que los norteamericanos denominaría de lo más “weird“ o lo que es lo mismo, rarito, chiflado, extraño cuando menos.
La firma Urban Outfitters, una de mis preferidas de la gran manzana junto con Anthropologie, ha sido denunciada por lo que parece utilización de fotos sexys de una menor, en concreto la modelo Hailey Clauson, por la nadería de $28 milloncetes del ala. La cosa tiene su intríngulis y se pone tan fea que una casi se queda cual estatua de sal.
La denuncia viene de los padres de la joven Hailey, quien curiosamente es la protagonista del catálogo de invierno Zara Trafaluc, quienes denuncian a Urban Outfitters por utilizar fotos sexys de su hija en camisetas y publicidad de la firma.¿¿¿¿????
Y ¿a qué se deben estas múltiples interrogaciones? Parece ser que los amantísimos padres no tuvieron problemas en que dicha sesión tuviera lugar (sesión un tanto X, con poses sexys, pechos al descubierto, y numerosas infracciones a la ley como aparecer bebiendo cerveza) sino que están molestos porque las fotos se han distribuido sin su permiso.
¡Viva ellos! Así, con un par. Estos dos sinvergüenzas solicitan en el escrito judicial que el nombre de la niña, hecha mujer antes de tiempo, permanezca en el anonimato ( y es obvio que no lo han logrado, si es que esas eran sus intenciones reales).
The parents ask that their names and the girl’s identity not be revealed because she is well known in the modeling industry and “her image and identity have been exposed on national TV and in other media to the general public.”
No cabe ninguna duda de que en este caso la reprobación primera ha de estar centrada en los padres de esta niña modelo, padres que como en tantos casos, los profesionales de las revistas infantiles lo ven día sí, día también, proyectan sus propias frustaciones vitales y deseos de triunfo truncados en sus infantes, quienes seguramente lo que desean es jugar a la play y crecer como sus compis de aula.
Al paredón.
Via | Ny Daily News
Via | The sun
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