Ayer, en un espacio situado en un edificio singular de estilo neoclásico, recién rehabilitado, y a un paso de El Retiro, Chanel presentó su nueva colección para la temporada estival. Una colección inspirada en el arte moderno, pero sin renunciar a los básicos de siempre.
Con una puesta en escena muy Arty - no en vano estábamos en la que había sido una galería de arte contemporáneo -, las diferentes líneas habían sido organizadas en distintos corners, en los que Assunta Ontiveros, y el resto de su equipo, habían creado unos variopintos y fantánticos bodegones.
Si tuviera que resumiros la nueva colección, diría que, un año más, el tweed se erigió como protagonista absoluto, pero con nuevos cortes y un aire más moderno y, sobre todo, con mucho color. En esta ocasión, Lagerfeld ha conseguido dar a sus nuevas propuestas una pincelada de originalidad, sin dejar por ello de ser fiel al ADN de la firma.
No se si encontraré las palabras para describir la belleza de las nuevas piezas que dan vida a la línea de accesorios para este verano. La originalidad está a la orden del día. Fijaros sino en esos tocados a modo de diadema ladeada, en las muñequeras o en las gardenías de estilo mucho más chic y contemporáneo.
Me llamó mucho la atención el toque decante del neogrunge tan del gusto del Kaiser, conviviendo al lado de detalles metálicos o muy bling bling. Las perlas y las camelias de Mademoiselle vuelven a estar a la orden del día, sólo que sobredimensionadas.
Entre las prendas expuestas en percheros puede ver pantalones amplios, que privilegiaban los colores claros, faldas ajustadas, LBD de cuero negro con el famoso número 5 estampado en la piel pero, por encima de todo, destacaban las chaquetas. Largas o ajustadas a la cintura, con mangas cortas, cuello Mao o botones XXL, en denim bordado, estampado o con efecto glitter.
Los tailleurs de toda la vida se declinaban en brillantes colores fucsia y magenta, con estampados de tartán y de pata de gallo. Los trajes con cuello Mao y manga larga se abrían a los lados como para permitir que corriese el aire. También vi, algunos toques de encaje y transparencias.
En algunos bolsos y zapatos, pinceladas de acuerelas los transformaban en objetos únicos. Interesantes y muy comentados los botines tipo zapato de salón con calcetines con ochos en beige, negro o gris, a los que ya empiezan a llamar "shocks" - un acrónimo entre "shoes" y "socks".
También son dignas de mención las mochilas, que cada vez se asocian más con los accesorios firmados por Chanel, mientras siguen sumando puntos los divertidos y originales clutchs en forma de Lego. Disponibles y diferentes colores, y en una preciosa versión en degradé.
La tendencia para la temporada estival tiende a combinar flores en gris o en negro. La paleta cromática se compone de todos los tonos neutros del blanco y del negro, el rosa claro y el fucsia, el azul eléctrico y el rojo, y el color plata metalizado.
Clutchs y pochettes en azul y verde eléctrico o en colores metalizados con asas rectangulares, para llevar de la mano o con acolchado en tweed rosa y blanco para llevar en bandolera; bolsos con correa larga y logotipo de metal en relieve en la parte frontal, perfectos para guardar nuestro móvil y nuestra barra de labios.
Hubo dos cosas que, si pudiera, me las compraba. El bañador con aire retro que estaba mirando con detenimiento María León, que me dejó asaltarla para hacerle una foto ¡Gracias María!, y una sandalias absolutamente flats adornadas por una ristra de perlas.
Antes de despedirme, Assunta y de Diana Fenouil me invitaron a visitar el último espacio de ese parcours. En una habitación absolutamente blanca, gracias a una instalación eléctrica de lo más sofisticada, habían conseguido recrear un espacio mágico que, al sumergirte en él, te hacía gravitar como si estuvieses en la mismísima luna.
Una manera espectacular de presentar la nueva colección de relojes J12 Moonphase de la firma, de la que ya os hemos hablado en otra entrada a principios de octubre. Las sombras y las cáusticas que se reflejaban en la pared con todos los colores del arcoiris eran de una belleza muy especial.
En resumen, Chanel parece haberse divertido jugando con sus clásicos: tweed deshilachado, las mangas de su famoso tailleur cortadas, los collares de perlas XXL con un toque punk, bolsos con pinceladas Arty o con mucho bling bling.
¿A vosotros qué os ha parecido? ¿Os divierte que Lagerfeld haya decidido no tomarse las cosas demasiado en serio o preferís el Chanel de toda la vida?
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