'Los lunes de Ballantine's', by Sandy Hyslop

Cada lunes, desde hace años, el maestro mezclador de Ballantine's se reúne con sus chicos al salir de la oficina. Una tradición que lleva décadas y donde se catan whiskys que nunca salen de sus destilerías, o mezclas que acaban llegando a nuestros paladares. Depende del día.

Sandy Hyslop es el último maestro mezclador de la firma escocesa y un gran fan de esta tradición (lleva casi 30 años en la firma). Dice que no puede contar nada lo que se habla (y cata) en esas reuniones out the office, pero ya le dije que el título de este post sería una gran novela. Es cuestión de tiempo.

En su nariz hay miles de notas, aromas y reconoce con apenas un giro de copa las mezclas añejas, la diferencia de destilerías... todo con un acento escocés y una sonrisa permanente en un evento único, era la primera vez que las verdaderas mezclas de Ballantine's salían fuera de las destilerías. Además, será la última vez que lo hagan. Fue una experiencia increíble.

El Master Blender, Maestro Mezclador, Sandy Hyslop es el quinto hombre que desempeña este trabajo para Ballantine's, una firma que cuenta con 175 años de historia.

¿Cómo es el trabajo de un Master Blender?

Sandy Hyslop es claro, sobre todo en un trabajo que requiere realizar test ciegos cada semana registrando las notas de cada whisky.

"Mi trabajo no es inventar nuevos whiskys. Soy el responsable de todos los nuevos whiskys de la gama Ballantine's. El 90 % de mi trabajo consiste en asegurarme que todos los Ballantine's son consistentes, tienen el mismo nivel de calidad".

"Cada semana trabajo entre Highlands y Glasgow para chequear todas las destilaciones de las destilerías (malta y grano), para garantizar la calidad en un futuro. Lo hago de una manera tradicional, pero vale la pena para asegurarme la calidad".

Exactamente ese trabajo tradicional consiste en realizar un test ciego de cada whisky, meter los datos en un ordenador, "mi ordenador tiene notas para los próximos 20 años, estoy asegurándome el futuro de la firma". Un control de calidad vital, fruto del cual nació hace meses ya Ballantine's Blue. Me pregunto qué otras recetas escondidas tendrán en mente...

"Para este whisky en concreto sólo se utilizan barricas de roble americano blancas; no importa el bourbon, sino la calidad de la barrica. Lo más importante es el número de veces que se usa una barrica: las normas son muy estrictas, la vida de una barrica es de 50/60 años, hay que garantizar la absorción del roble de la manera adecuada".

Tres palabras definen este whisky: cremoso, dulce, suave... misma definición que el roble estadounidense. "Se puede construir el estilo de Ballantine's por estas barricas".

El whisky elegido será el más cremoso, viejo, y con aroma más profundo.

¿Cómo se controla esa calidad?

Sandy nos contó la manera,

"En Chivas Brothers somos muy estrictos con la calidad. Las ocho personas que forman mi equipo realizan cada año un examen para saber cómo el sentido del olfato, nuestra herramienta de trabajo. El examen es un test con 10 muestras de wihsky diferentes. Se huelen todas y deben aceptar si son aceptales en calidad (para pasar la prueba hay que tener un 90 % de acierto en las cuatro pruebas anuales que se hacen)".

Y fue claro,

"El whisky no es tan profundo ni robusto, es muy fácil de contaminar con un montón de agentes externos. Tenemos que tener mucho cuidado porque los consumidores pueden notar leves cambios si la calidad del agua no es la adecuada".

Todo bajo la atenta mirada del director de la firma Peter Moore.

Sandy, ya te lo dije, pero el título de tus reuniones de los lunes es genial para un libro. Gracias por la master class. Y por haber creado un whisky suave, de 12 años con carácter, con toques ahumados, perfecto para realizar cócteles (con jenjibre, naranja, limón, chocolate, café, manzana...)

En la galería veréis una botella de Ballantine's Blue 12 años firmada por el maestro mezclador. Sólo hay tres en el mundo.