La Perla, la famosa firma de lencería, celebra 60 años de belleza y de sensualidad. Todo un hito, que los responsables de la marca han querido aprovechar para poner de manifiesto sus puntos fuertes. A saber: su exquisito y delicado encaje, su espíritu atelier o todas esas prendas de lencería tan bonitas que era una pena ocultar debajo de la ropa, por lo que muchas mujeres no dudaron en transformarlas en ropa de calle para utilizar en su día a día.
El encaje siempre ha interpretado un papel protagonista en todas y cada una de las colecciones de La Perla. Un intrigante hilo de unión que une el pasado con el presente; que siempre fascina y que, en ocasiones, puede llegar a resultar hasta espectacular.
En esta nueva colección, el encaje vuelve a sorprendernos. El mot de passe: macro, declinado en grandes flores y macro festones, para un resultado de lo más efectista.
En realidad, en esta colección todo gira en torno al body, que juega con tupidas aplicaciones para resaltar los dibujos que el encaje hace sobre la piel. Debajo, un sujetador push up, tono sobre tono, y un blusón semi transparente, y ¡ya tenemos un modelito espectacular para salir y dejar a todos con la boca abierta!
La alquimia existente entre la perfección de las exclusivas técnicas con las que estas prendas han sido elaboradas - propias de la haute couture -, y la sensualidad absoluta que despenden, se han convertido en el marchamo o sello que caracteriza a esta firma de lencería.
En esta colección, algunas prendas han sido adornadas con nervures. Sí, esos apliques en forma de cordón aplastado que van formando arabescos sin que se les realice corte alguno, de forma que, si tiramos de él, volveremos a encontrarnos en la mano con un único cordón.
El soutage es una de los secretos mejor guardados de La Perla. Se trata de una de sus técnicas cult, ya que reaparece, año tras año (durante los sesenta de historia de la firma), sin dejar nunca de reinventarse para sorprendernos.
La nueva colección ofrece dos interpretaciones de este soutage en clave geométrica: en forma de sugestivas tramas realizadas con tiras de tul cortadas al bies o formando un zigzag con cinta de seda. Se aplica en vestidos de noche con la espalda de pasamanería confeccionada a mano en cordón soutage de seda y cristal.
La Perla siempre se ha caracterizado por su búsqueda incesante a la hora de explorar nuevas sensaciones táctiles por medio de materiales inéditos en el mundo de la lencería. Gracias a todos estos procesos de investigación y de desarrollo, la licra abandona su carácter agresivo suavizándose con aplicaciones de carísimo encaje de Leavers.
La nueva colección también presenta algunas prendas realizadas en neopreno, un tejido técnico que hasta la fecha se venía utilizando para las prendas de marcado carácter deportivo y que, a partir de la fecha, se declina en bustiers, faldas ajustadas o chaquetas de líneas rectas y rigurosas para vestir por fuera.
La rejilla también es un material recurrente que suele aparecer en casi todas las colecciones firmadas por La Perla porque esos hilos que se entrecruzan crean sugerentes efectos especiales de transparencias. La rejilla también se puede bordar con estilizadas flores formando una especie de encaje que resulta ideal para ribetear algunas prendas. También se utilizan aplicaciones de rejilla con bordados de cordones o de azabaches en escotes o en espaldas de elegantes trajes de noche.
Animarse a utilizar la lencería como ropa exterior no es tan sólo una simple tendencia, sino una actitud, un enfoque distinto de la elegancia y de la sensualidad. Una ocasión de jugar con lo visible y con lo secreto. Los colores de esta temporada son el negro, el gris oscuro, el azul marino, el caramelo, el rojo y el color nude.
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