No hay nada que me pueda gustar más en este mundo que los packagings femeninos y chic. El secreto está en la elegancia de sus líneas. Givenchy, con sólo pronunciar ese nombre me pongo a temblar de la emoción, por eso hoy quiero compartir con todos vosotros la joya de la corona de su colección para la primavera-verano del 2013.
En general, esta nueva línea se parece bastante a sus predecesoras, con packagings que se reconocen al instante. Los esmaltes de uñas tienen una pinta estupenda, aunque choca un poco que para la estación estival nos propongan estos colores que recuerdan un poco al famoso grey de Armani porque resultan más bien otoñales, ¿verdad?
Bueno, pues como os iba diciendo, esta temporada, la joya de la corona es el Ecrin Privé Must Have, una paleta de tres sombras para los ojos mates y una nacarada, dentro de un elegante estuche suntuosamente decorado, como si se tratase de una alhaja que podríamos llevar a diario.
Adiós a la habitual cajita negra decorada con el logo de la marca. Esta vez, la paleta se viste con un traje plateado finamente repujado. Bien mirado, esta cajita podría haber formado parte del atrezzo de una de las películas de Luc Besson, pues parece que sólo hay que apoyar sobre la punta de pirámide que está en el centro de la caja, para que se abra una compuerta mágica que nos permita descubrir el tesoro que Givinchy nos ha preparado.
La modelo canadiense Alana Zimmer, gran aficionada al yoga y a los deportes, ha sido la seleccionada para darnos la bienvenida en el hall de este gran hotel fotografiada por Daniel Jackson y maquillada por el maestro Nicolas Degennes.
Mesdames et messieurs, bienvenus à l’ Hôtel Privé de Givenchy! ¿Os gusta u os parece demasiado bling-bling?
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