Alexandre Barthet, el sombrerero de Nicole Kidman en Grace de Mónaco

Alexandre Barthet, el sombrerero de Nicole Kidman en Grace de Mónaco
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Hace dos meses os hablaba de las joyas firmadas por Cartier que la actriz Nicole Kidman luciría durante la película Grace de Mónaco. Pero si algo caracterizó la época del New Look fueron los sombreros.

Para reproducir los que solía ponerse la princesa Grace, Olivier Dahan y Gigi Lepage, directora de vestuario, han confiado en el buen hacer de un artesano sombrerero francés llamado Alexandre Barthet. Conocido por ser quien diseñó el tocado que lució Kate Middleton durante la ceremonia del bautismo de su hijo.

Alexandre-Barthet

El desafío consistía en reproducir el estilo de principios de los años 60, pero procurando mantener el exquisito toque con el que la princesa de Mónaco solía personalizar todos sus outfits. Una elegancia sin parangón posible.

Loren-Delon-Romy

El llamado Couvre-chef, fabricado en paja o en fieltro, fue un sombrero que marcó tendencia. No es extraño, por tanto, que los responsables de la película recurriesen a Alexandre Barthet, pues este sombrerero aprendió el oficio de manos de su padre quien, durante los años 50, abrió su taller donde trabajaba para muchas celebrities y miembros de casas reales.

Barthet

Aunque, el modelo más emblemático de este sombrerero fue el Pillbox Hat, un pequeño tocado de forma circular, que solía ponerse de medio lado y que, en ocasiones, iba parcialmente cubierto por un velo de tul. Un objeto cult con el que que no dudaron en tocarse actrices de la talla de Brigitte Bardot, Romy Schneider, Catherine Deneuve, y Elizabeth Taylor.

Dior

Alexandre Barthet hijo ha recuperado todos aquellos encargos de los archivos de la Maison, para reinterpretar modelos de marcado sabor retro, pero dotándolos de un toque futurista que, además de proporcionar autenticidad, también dotasen de originalidad y buen gusto los modeluquis que veremos lucir durante toda la película a Nicole Kidman.

¡Sólo por poder admirar y disfrutar de todo este despliegue de savoir-faire, ya merece la pena ir a ver la película de Olivier Dahan! ¿No os parece?

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