Levantarte por la mañana, sacar un pie fuera del edredón y notar como poco a poco se te empieza a congelar. ¿Qué pasa? El otoño está haciendo acto de presencia y pronto tan solo querremos lucir gruesos jerséis que nos abriguen los días. Es aquí donde una tiene un debate interno y ha de hacer frente a lo que le viene: el cambio de armario. Cada año la misma historia, pero aunque no lo creas, el cajón de la ropa interior también sufre cambios. Y no me refiero solo a que dejas de lucir monérrimos camisones cortos para enfundarte capas y capas de pijama. La ropa lencera se vuelve oscura y Oysho nos muestra cómo.
Colores clásicos y apagados pero divinos como el verde botella o el azul marino son buenas opciones para esta nueva temporada que sin saber cómo ya hemos encarado. Los días de verano, de sol y calor se vuelven difuminados recuerdos y ya no apetece lucir colores vivos debajo de nuestra ropa, por eso éstas son las mejores opciones.
Negro que te quiero negro
Aunque siempre nos podemos decantar por el color negro. Un tono que jamás de los jamases pasa de moda, y que podemos llevar las 24x7 durante los 365 días del año. En forma de body o conjuntos, éste tono siempre estará presente en nuestras vidas.
Por ello no importa cuántos conjuntos tengas en este color: jamás hay suficientes y un nuevo modelo a la familia siempre viene bien tenerlo a mano. ¿O no?
Aunque el cambio de armario es más engorroso que el de la ropa interior, lo cierto es que éste también te llevará trabajo. ¿Vestirás adecuada a la temporada?
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