Quién le iba a decir a Chiara Ferragni hace casi siete años que después de todas sus aventuras en el blog The blonde salad llegaría a lo más alto del firmamento. Con menos de 30 años (y una inversión de 10 dólares para abrir su blog) ha salido en la revista Forbes, su fortuna asciende a más de 8 millones de dólares y su caché es pagado por miles de marcas y revistas. Ella ha ido abriendo camino a todas las bloggers del momento y todo lo que hace es seguido por sus millones de followers en las redes sociales.
Primero comercializó su página web, más tarde fundó su propia marca de zapatos Chiara Ferragni Collection, fue la primera en aparecer en una portada de moda y en colaborar con colecciones cápsula para firmas internacionales (Superga o Steve Madden son un ejemplo). Pero todo eso sabe a poco comparado con la actualidad: con su traslado a Estados Unidos abrió mercado internacional y se afianzó un puesto en todas las fiestas del star system. Los paparazzis la siguen allá donde va y parece que convierte en oro todo lo que toca. Pero, ¿qué tiene entre manos?
La nueva estrategia comercial
Las imágenes de sus outfits se pueden adquirir en Getty Images para más tarde encontrarlas en su página personal
La nueva estrategia comercial es clara y simple: ¿para qué regalar sus propias imágenes en el blog cuando puede comercializar con ellas? Desde hace un tiempo sus seguidores ven como sus entradas personales en The Blonde Salad cada vez escasean más, sin embargo cuelga imágenes en su cuenta personal de Instagram dejando ver parcialmente su outfit del día a día. Pero no, la ensalada más famosa no ha dejado de fotografiarse allá donde va, simplemente vende las instantáneas a Getty Images. Y es que el famoso fotógrafo Timur Emek trabaja para la agencia de imágenes y las vende a todos aquellos medios que quieren tener el último look de la modelo/blogger/diseñadora/influencer. Unas semanas más tarde se pueden ver en su blog de manera gratuita.
Es por ello que las fotos de sus looks durante las fashion week jamás están en alta: las revistas no se pueden lucrar a su costa y deben pagar un precio por ella. ¿Qué os parece su nueva estrategia? ¿La adoptarán más bloggers a lo largo del año?
Fotos | The Blonde Salad
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