Estos días se ha celebrado en el país de las barras y estrellas la boda del año, la de Kim Kardashian, que por este país nuestro es una gran desconocida pero en aquel ha tomado el relevo de Jessica Simpson y ella, al igual que su familia, son carne, muy voluminosa por sus curvas, de portada día sí y día también.
Kim Kardashian es una celebrity y en celebrity se ha convertido su familia que sigue la estela de su miembro más popular y de la que sabemos las intimidades de su gato o perro y a qué horan hace pipí. Ni una cosa ni la otra le interesan a quien escribe pero el mundo del farandoleo es así y en este país casos como el de la Kardashian los tenemos a porrones.
A lo que íbamos. En esta boda de postín y seguida por toda norteamericana que se precie de gustarle el cotilleo y todo norteamericano que se precie de gustarle la silicona, se ha visto hasta qué punto el efecto Kate y Pippa Middleton ha hecho estragos, con famosísimas invitadas luciendo el mismo vestido que Pippa y más, mucho más...
Por un lado las damas de honor copiaron el estilo con el que la hermana de Kate Middleton impactó en la boda real y por otro Lindsay Lohan lució el mismo vestido que Pippa vistió para la recepción de la boda.
El modelo que llevó Lindsay fue originalmente creado por Temperley para Pippa, quien solicitó que se le diseñara el vestido para la recepción de la boda real en abril pasado en Londres. Según la propia firma, dicho vestido no fue cedido a Lindsay sino que lo compró en la tienda ubicada en Los Angeles.
Via | igossip
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