Entre las bebidas más consumidas en esta temporada encontramos el tinto de verano y la cerveza, dos alternativas diferentes pero igualmente populares y frecuentes en las reuniones de amigos, sin embargo, ¿cuál engorda más?
Tinto de verano: combinación perfecta de azúcar y alcohol
El tinto de verano es elaborado a partir de vino tinto, generalmente de media o baja calidad, que se mezcla con un refresco azucarado, hielo y unas gotas de limón.
Así, en un tinto de verano tradicional las calorías derivan del azúcar y el alcohol, pudiendo tener un vaso hasta 120 Kcal dependiendo de la cantidad de refresco y vino que utilicemos.
El alcohol, como ya sabemos, es una fuente de calorías vacías, ya que no ofrece beneficios al organismo sino que por el contrario, puede perjudicar nuestra estética y la salud. Y de igual forma sucede con el azúcar, que no se necesita en nuestro cuerpo y que no sacia sino que sólo aporta calorías al organismo.
Esta combinación perfecta de azúcar y alcohol no favorece en nada el cuidado de la línea y la salud, sino que por el contrario puede incentivarnos a beber más y más, ya que ambos componentes tienen efecto adictivo en nuestro cuerpo.
Lo único positivo de esta bebida es su aporte de polifenoles que tienen diferentes efectos beneficiosos en nuestro cuerpo, pero por supuesto, siempre hay otras fuentes más recomendables de este nutriente que el tinto de verano que resulta una bebida con calorías vacías, no saciante sino por el contrario, estimulante del almacenamiento de grasas.
Cerveza: alcohol, un mínimo de hidratos, vitaminas y minerales varios
La cerveza es también una bebida alcohólica, aunque suele tener una graduación inferior a la del vino tinto que contiene el tinto de verano. También ofrece una mínima cantidad de hidratos, aunque éstos derivan de la cebada que le da origen y no de azúcares añadidos.
Por otro lado, a diferencia del tinto de verano, sus calorías (85 Kcal por vaso aproximadamente) se acompañan de minerales y vitaminas que nuestro cuerpo utiliza para funcionar adecuadamente tales como potasio, fósforo, magnesio y vitaminas del complejo B.
De esta forma, la cerveza es una de las bebidas alcohólicas con menos calorías y mejores nutrientes, sin embargo, no ayuda a perder peso ni favorece la hidratación, sino que puede producir el efecto contrario.
Por otro lado, aunque tiene menos calorías que el tinto de verano, solemos consumir mayores proporciones de cerveza, lo cual se traduce en una gran cantidad de alcohol y de energía derivada del mismo.
Alcohol: el común denominador que debemos evitar
Aunque podríamos concluir que la cerveza engorda menos que el tinto de verano y aporta mejores nutrientes al organismo, no debemos olvidar que ambas alternativas son bebidas alcohólicas y que el alcohol nunca es buen aliado al momento de cuidar la línea y la salud.
Si no queremos engordar lo mejor será evitar al máximo el alcohol en nuestra dieta, pues las calorías que derivan del mismo se usan como combustible energético de forma prioritaria evitando que se quemen grasas o reservas de hidratos en nuestro cuerpo.
Además, el alcohol no hidrata sino que puede deshidratarnos y también nos roba buenos nutrientes que ayudan a cuidar la línea como la vitamina C por ejemplo.
Entonces, si quieres saber cuál engorda más debemos decir que dependerá de las proporciones ingeridas así como de la frecuencia de consumo, pero siempre es aconsejable evitar el alcohol si no queremos coger peso o si por el contrario, buscamos adelgazar.
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