Los millonarios ya no buscan propiedades en lugares de ensueño. Ahora la tendencia es tener su propia clínica de biohacking en casa

Cada vez es más común que los súper ricos prescindan de villas en paraísos remotos, ahora el nuevo capricho por excelencia son casas que parecen mini spas y laboratorios de salud: se trata del auge del biohacking doméstico, que está revolucionando el mercado residencial de lujo.

Al respecto, Fredrik Eklund, estrella del programa Million Dollar Listing New York, señala que muchos de sus clientes adinerados ya no se conforman con piscinas infinitas o cine en casa: ahora exigen que su vivienda incluya saunas infrarrojas, sumideros de agua fría, bañeras de hidromasaje e incluso estaciones para recibir inyecciones intravenosas de vitaminas, todo en la comodidad de su hogar.

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Instalar este tipo de adecuaciones en casa no es barato. Las saunas pueden costar entre 2.000 y 10.000 dólares, y los baños de inmersión de agua fría pueden superar los 13.000 dólares.

Pero hay ejemplos aún más extremos: una familia en Arizona gastó cientos de miles de dólares en una cabina de oxígeno hiperbárico, generadores de aire UV, habitación de vapor con aromaterapia y cromoterapia, sumidero frío, pista de baloncesto, e infinidad de sistemas high-tech para convertir su hogar en el más saludable del país.

Brian Culhane, propietario de esta casa, afirma que todo comenzó cuando se dio cuenta de que tenía que optimizar el tiempo que tenía en casa: "me despertaba a las seis, iba al gimnasio, hacía ejercicio durante una hora, luego pasaba 20 minutos en la sauna, cinco minutos en la piscina de agua fría, cinco minutos en el baño de vapor, cinco minutos en el jacuzzi y otros cinco minutos en la piscina de agua fría. Con los niños alistándose para la escuela, me di cuenta de que tenía que poder hacer esto en cuanto me despertara".

Foto de Lukas Kubica en Unsplash

Esto no es algo aislado: la demanda de estas zonas de bienestar en casa ha crecido considerablemente gracias a la pandemia. Muchos arquitectos ya dedican buena parte de sus proyectos residenciales a diseñar espacios wellness, incluyendo baños fríos integrados junto a saunas. Se espera, por ejemplo, que el mercado global de cubas de agua fría crezca hasta alcanzar los 426 millones de dólares en 2030.

Hoy la última moda entre los súper ricos es construir su propia clínica de biohacking en casa. Saunas, baños fríos, bares de vitaminas, aire limpio… convertir el hogar en un templo de la salud ya no es una extravagancia, sino casi un estándar de lujo. Y, francamente, ¿Quién necesita ir a un spa cuando te puedes hacer todo eso sin salir de casa?

Foto de Frames For Your Heart en Unsplash

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