En alimentación, todo en exceso es malo. Cinco ejemplos que lo demuestran

En alimentación, todo en exceso es malo. Cinco ejemplos que lo demuestran

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En alimentación, todo en exceso es malo. Cinco ejemplos que lo demuestran

En los intentos de lograr una dieta más saludable muchas veces caemos en los extremos y abusamos de alimentos considerados "sanos y nutritivos", pero en alimentación, todo en exceso es malo y a continuación dejamos cinco ejemplos que lo demuestran.

Agua en demasía

Una buena hidratación es clave para que nuestro cuerpo funcione bien por dentro y luzca bien por fuera, sin embargo, beber agua en demasía no es para nada aconsejable.

Una ingesta excesiva de agua puede conducir a desequilibrios en nuestro cuerpo que generen graves consecuencias a causa de la dilución de minerales y electrolitos importantes en el organismo tales como el sodio por ejemplo.

Un exceso de agua sin una ingesta que compense la presencia de sodio, cloro y/o potasio puede ocasionar malestar gastrointestinal, mareos, confusión mental, desorientación, y hasta convulsiones y coma.

Así como una deshidratación grave puede resultar fatal, abusar de la ingesta de agua puede tener igual efecto, por lo tanto, lo recomendable es escuchar a nuestro cuerpo y nunca excedernos con su consumo.

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Café en exceso

El café es uno de los alimentos que ha cambiado de reputación con el paso del tiempo, pues hoy se sabe que beber dos tazas diarias puede beneficiar la salud cardiovascular, optimizar el rendimiento deportivo y además, estimular al metabolismo.

Sin embargo, pasarnos de las cuatro tazas diarias puede generar efectos negativos a nivel estético y orgánico: manchas en los dientes, mal aliento, insomnio, malestar gastrointestinal, ansiedad y hasta menor absorción de nutrientes que nuestro cuerpo necesita como calcio o hierro.

Por ello, lo recomendable si queremos disfrutar los beneficios de esta infusión tan placentera cuando la consumimos es no pasarnos con su ingesta, pues dos tazas son suficientes para disfrutar sus efectos positivos y más de cuatro pueden perjudicarnos más que ayudarnos a mejorar con la alimentación el funcionamiento del organismo.

Chocolate negro en grandes cantidades

Escoger un chocolate negro con alto porcentaje de cacao o de pureza y consumir a diario un cuadrito del mismo puede ser una gran fuente de antioxidantes, beneficiar la salud cardiovascular y hasta ayudarnos a perder peso.

Pero si aun escogiendo un buen chocolate sin azúcar agregado y con alto grado de pureza abusamos del mismo, podemos estar cometiendo un grave error, ya que el chocolate es rico en grasas que pueden desequilibrar nuestra dieta y promover un balance calórico positivo.

Por otro lado, su consumo excesivo también puede causar malestar gastrointestinal y producir insomnio o ansiedad debido a que el chocolate posee teobromina, una sustancia con igual efecto que la cafeína del café. Entonces, recuerda consumir entre 20 y 30 gramos diarios para beneficiarte sin caer en excesos que pueden desequilibrar la dieta.

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Fibra en exceso

Los alimentos ricos en fibra tales como cereales integrales, legumbres, frutas, verduras y semillas no deberían faltar en nuestra dieta si buscamos estar en forma, pero superar los 50 gramos diarios puede perjudicarnos más que ayudarnos.

A diario se recomienda un promedio de 30 gramos, que es aconseable distribuir en las diferentes comidas y si actualmente no alcanzamos los 10 gramos de fibra al día, lo mejor es incrementar su ingesta gradualmente, ya que un consumo excesivo dificulta la digestión pudiendo ocasionar inflamación abdominal, flatulencia excesiva y otros problemas gastrointestinales.

Consumir mucho más de lo recomendado también es perjudicial aunque no ocasione los síntomas antes dichos, pues así como la fibra reduce la absorción de grasas, colesterol y glucosa, también puede robarnos minerales y vitaminas que el cuerpo necesita. Por ello, nada mejor que cuidar las cantidades y no caer en extremos cuando se trata de ingerir fibra.

Té en elevadas cantidades

Beber diferentes tipos de té como parte de tu dieta habitual puede ser una buena forma de relajarnos, de sumar líquido e incluso, de fomentar la pérdida de peso, pero consumir a diario grandes cantidades de esta infusión no es para nada recomendable.

Si bebes más de 4 tazas diarias de té debes saber que ya estás alcanzando un consumo excesivo que al igual que el café, puede perjudicar tu cuerpo por dentro y por fuera: manchar dientes, robar nutrientes y ocasionar efectos propios de la cafeína en grandes cantidades debido a que el té posee teína.

Por ello, lo recomendable es beber entre 2 y 3 tazas diarias y no superar estas cantidades si buscamos lograr una alimentación saludable que nos beneficie física, mental y orgánicamente.

Ya sabes, en alimentación todo en exceso es malo y ha quedado demostrado con estos cinco ejemplos. Por eso, intenta no caer en extremos cuando se trata de sumar o restar alimentos y/o nutrientes a la dieta.

Imagen | iStock y Pixabay

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