Torrijas, he aquí el dulce favorito de muchos de nosotros que tiene una preparación fácil y un resultado delicioso. Lejos de necesitar muchos ingredientes o precisar tener varios cursos de cocina a nuestras espaldas, su elaboración es más o menos rápida, sencilla y perfecta para sorprender a nuestros invitados (o a nuestro paladar). Aprovecha estos días de lluvia para probar esta receta de torrijas de leche, te lo mereces.
Con la elección de la barra de pan a la elección de cada una, lo importante es que el pan sea del día anterior (de este modo absorberá mejor la leche con un resultado más jugoso y cremoso en su interior) y que lo cortemos en rebanadas de, más o menos, dos centímetros.
En un cazo ponemos el litro de leche junto al azúcar, la rama de canela y la piel de limón. Lo calentamos y cuando empiece a hervir lo retiramos del fuego, tapamos y esperamos a que se enfríe antes para empapar las rebanadas de pan -de este modo evitamos que se reblandezcan demasiado-.
Dejamos el pan en remojo hasta que absorba toda la leche y no se vean restos (una hora aproximadamente). Batimos los huevos, pasamos las rebanadas de pan por ambas caras y las freímos en abundante aceite de oliva bien caliente; vuelta y vuelta para que se doren por las dos caras. Al sacarlas de la sartén, las dejaremos reposar en un papel de cocina para que chupe el aceite restante.
En un plato mezclamos 100 g de azúcar con dos cucharaditas de canela molida (opcional) y rebozamos las torrijas en la mezcla. Servimos las torrijas con el acompañamiento que queramos (fruta fresca, nueces picadas o sin nada). Recomendamos servirlas en caliente y recién hechas.
Cómo acompañar las torrijas de leche
En este apartado una puede acompañar las torrijas de leche al gusto -las posibilidades son infinitas-, sin embargo lo más común es añadir fruta fresca troceada, frutos secos, una bolita de helado de vainilla, un chorrito de crema inglesa o cualquier otra salsa que nos guste. Están tan ricas que incluso sin acompañamiento van a ser una delicia, aunque es importante es comerlas recién hechas.
Fotos | Directo al paladar
