Hoy lo vemos en cada alfombra roja y convertido en el actor que todo director querría en su seria. Pero hace no tanto, Pedro Pascal vivía prácticamente al día en Nueva York. La historia la ha contado él mismo en varias entrevistas, donde no ha dudado en revelar el papel que jugó su amiga Sarah Paulson durante aquellos años de incertidumbre.
"Tuve ángeles a mi alrededor todo el tiempo", ha declarado el actor, y Paulson fue, sin duda, uno de los más importantes. Se conocieron en los años 90, cuando Pascal acababa de mudarse a la ciudad para estudiar en la Tisch School of the Arts. Ella ya era parte de un círculo de jóvenes artistas neoyorquinos y lo integró rápidamente en su grupo.
En esa época, Pascal malvivía entre castings, trabajos esporádicos de camarero y frustraciones acumuladas. Durante una etapa especialmente dura, fue Sarah Paulson quien se encargó de que no pasara hambre. "Hubo momentos en los que le daba mi paga diaria para que tuviera dinero para alimentarse", reconoció la actriz, tal y como recuerdan en SensaCine. Y no solo eso: también fue la persona que cambió para siempre su destino profesional.
Sarah Paulson
En 2013, Paulson le pasó una cinta de casting a su amiga Amanda Peet, esposa del guionista David Benioff, quien estaba preparando una nueva temporada de Juego de tronos. El resto es historia: Pascal se convirtió en Oberyn Martell, un personaje que lo catapultó al estrellato y que el público aún recuerda con fervor.
Aquella ayuda desinteresada fue el primer gran giro de una carrera que ya parecía condenada al anonimato. Luego vendrían Narcos, Kingsman, Wonder Woman o 1984. Pero nada de eso habría ocurrido sin esa red invisible de personas que apostaron por él cuando ni siquiera podía pagar una cena.
Fotos | Instagram @mssarahcatherinepaulson / Gtres
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