Este fin de semana se ha publicado que el rey Juan Carlos I no tiene ningunas ganas de compartir Abu Dabi con su nieto Froilán. Según algunos medios, el emérito dice que aquello "no es una guardería" como para estos trotes. Y eso que a 'viva la vida' nunca le ha ganado nadie. Parece ser que ahora que el exmonarca tiene que hacer frente a la demanda que le puso Corinna Larsen no está para otros menesteres.
Precisamente para hacer frente a la que presuntamente fue su amante, el padre de Felipe VI ha contratado los servicios del despacho de abogados Carter-Ruck en Londres tras deshacer su contrato con el abogado Clifford Chance. Los representantes legales de Juan Carlos I ya se embolsaron, tan solo con la primera vista, un millón de euros aproximadamente en términos de 879.000 libras tal y como ha publicado el diario 'El Confidencial'.
Esta factura a la que ha tenido acceso el diario digital anteriormente citado tan solo contempla el servicio prestado durante la vista oral. Es decir, que el resto de los servicios prestados por el buffete habrían sido pagados aparte. Ahora sabemos que, tras haber perdido la primera apelación, será Corinna quien deba embolsar el 50% de estos gastos en concepto de costas.
Además del medio millón de euros que Larsen abonará al despacho de abogados londinense, la Corte de Apelaciones también "ha pagado" al rey Juan Carlos I de otra manera ya que, tras la resolución, reconocía la inmunidad del emérito en todo aquello que tenga que ver con él antes de su abdicación, es decir, de junio de 2014.
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