Sol 20, probando un complemento para proteger la piel

Sol 20, probando un complemento para proteger la piel
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En estas vacaciones me propuse dos cosas, la primera no quemarme con el sol y la segunda intentar conseguir un tono moreno y uniforme que me durara más tiempo.

Para ello no he ido a la playa más tarde de las 11 de la mañana ni antes de las 19 de la tarde y he tomado un complemento alimenticio, Sol 20, indicado para preparar y proteger la piel antes y después de la exposición solar.

Ya hablamos de qué alimentos son los más adecuados para obtener un bronceado bonito, sobre todo frutas y verduras que son mi fuente principal de vitaminas, betacarotenos y antioxidantes durante todo el año.

Sol 20 está compuesto de vitamina C, vitamina E, beta-caroteno y selenio por lo que me pareció adecuado para probar por primera vez un extra a mi dieta habitual, teniendo en cuenta que los peligros del sol parecen aumentar un poco más cada año.

Sus vitaminas favorecen la formación de colágeno previniendo el envejecimiento prematuro de la piel a la vez que le otorgan elasticidad, los betacarotenos ayudan a producir melanina, haciendo que la piel se ponga morena de forma más segura y el selenio actúa como antioxidante contra la acción de los radicales libres.

Empecé mi primera toma el 23 de julio, tal como indican en el prospecto un par de semanas antes de exponerme al sol en vacaciones, aunque en la calle es inevitable hacerlo igualmente todos los días. El bote consta de 60 comprimidos así que todavía no lo he terminado, pero pasado algo más de un mes ya puedo hablar de lo que he ido observando, sobre todo en mi estancia en la playa.

Sol 20

Mi piel no solo no se ha quemado, ni siquiera se ha enrojecido ni irritado por el efecto de los rayos UV, simplemente ha ido aumentando de tono progresivamente, sin notar las tiranteces habituales, al contrario tengo la sensación de que está más suave que cuando empecé el tratamiento.

De entrada ya soy bastante morena pero tengo la piel de la cara un poco más clara y sensible y mis mejillas suelen ponerse como un tomate los primeros días de sol, cosa que esta vez tampoco ha sucedido.

Una vez de vuelta a la ciudad aunque he seguido tomando mi dosis diaria (una pastilla naranja que recuerda a las efectivas zanahorias) mi cuerpo sigue bronceado pero mi rostro ya necesita un poco de polvos de sol para recuperar el color perdido.

Resumiendo, he logrado broncearme sin perjudicar mi piel, primer objetivo cumplido, pero el color no me ha durado más de lo habitual. En cualquier caso hay que resaltar que también he sido muy prudente en mis exposiciones.

Después de la experiencia sigo siendo más partidaria de obtener las vitaminas, betacarotenos etc. a través de la alimentación, ya que de paso contribuye a mantener la línea y estar en general más sanas, pero me parece una opción práctica para los días de veraneo en los que a veces no es tan fácil conseguir la fruta y verdura necesarias, sobre todo si nos alojamos en hoteles o similares.

El precio de un frasco de Sol 20 es de 14,04 euros, bastante ajustado teniendo en cuenta que dura dos meses. ¿Habéis probado algún tratamiento similar estas vacaciones? ¿Os ha dado resultados?

Este producto nos fue cedido para la prueba por NS&B. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas para más información.

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