En los últimos años el cuidado de la piel y la lucha contra el envejecimiento se ha convertido en algo prioritario no solo en los sectores de población más entrados en años, sino también para los más jóvenes. No es de extrañar ver que cada vez es más habitual encontrarnos con personas de 20 y 30 años aplicándose inyecciones de bótox con un efecto más preventivo que otra cosa.
Por eso, hemos hablado con la Dra. Rocío Rico Gil, Médico Estético de la ENEA Clínica que nos ha resuelto todas las dudas sobre el tema, de manera que, lo primero que nos ha comentado en relación a si las inyecciones de bótox a los 20 o 30 años significarán que la piel se verá más lisa o con menos arrugas en el futuro, es que en efecto, un inicio temprano del tratamiento con neuromoduladores permite retrasar los signos de envejecimiento causados por la aparición de arrugas de expresión a lo largo de los años, por tanto, la tendencia es a ver una piel más lisa y menos arrugada.
Por lo tanto, a la pregunta de si puede tener algún efecto preventivo, nos comenta que hay que partir de la base de que los músculos de la mímica facial se contraen constantemente, arrugando la piel. A medida que se pierde elasticidad con el paso de los años, las arrugas dinámicas se transformarán en arrugas estáticas, es decir, que están presentes incluso con la expresión relajada.
En este sentido, el objetivo del tratamiento preventivo es suavizar el movimiento de estos músculos para reducir la aparición de líneas profundas y arrugas permanentes. Por tanto, un inicio de tratamiento temprano y mantenido a lo largo de los años, evitará la aparición de estas arrugas profundas, que más adelante son difíciles de tratar.
Visto lo cual, una de las preguntas que nos surgieron si es que empezamos pronto con las inyecciones, los posibles inconvenientes que pueda tener para la piel, a lo que la Dra. Rico nos dice que, al contrario de lo que podamos pensar, la piel no sufre por el uso continuado de neuromoduladores, al contrario, la acción de éstos ayuda a regular la secreción sebácea y mejorar el acné leve o moderado.
Eso sí, si en algún momento dejamos el tratamiento que hemos empezado a usar pronto, tenemos que saber que el progreso no se revierte, se irá recuperando la movilidad de la musculatura del rostro y se irán formando arrugas nuevamente. Por tanto, lo ideal es mantenerlo en el tiempo para así evitar que ésto pase.
Visto lo cual, nuestra experta consultada nos dice que el tratamiento con neuromoduladores (o bótox como se llama comercialmente) es un procedimiento mínimamente invasivo, con gran seguridad y escasos efectos adversos, ya que su uso, tanto en medicina estética como en otros campos de la medicina se lleva estudiando desde hace años y hay muchos estudios científicos que lo respaldan. Sin embargo el uso a largo plazo se ha estudiado poco y a día de hoy no existen estudios clínicos observacionales a gran escala sobre la aplicación preventiva del
mismo.
Por lo tanto, según la Doctora, para ella se trata de una excelente herramienta que tenemos para buscar el objetivo principal en medicina estética desde su punto de vista, que es, desacelerar el proceso de envejecimiento, no frenarlo.
Fotos | haileybieber, Vlad Egorov en Unsplash, Mika Baumeister en Unsplash
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