Nadie para bordar un look Miu Miu improbable y retro en exceso como Chloë Sevigny. Porque todas muy monas, muy correctas, pero nadie como ella para bordar un estilismo ideada por una señora como Miuccia Prada. A la que lo convencionalmente bonito le suena a chino. Ella hace colecciones no aptas para celebrities con miedo a ser tachadas de raritas. Porque sus vestidos no son gowns vertiginosos.
Son piezas difíciles de llevar que a las celebrities no les cuesta nada modificar...
Es el caso de Christina Ricci.
Que no se atreve con este modelo original de la colección Primavera-Verano 2010 de la firma italiana.
La única que se atreve con el vestido sin retocar, es obviamente Lady Gaga.
Bien por ella.
Como bien por Shirley Manson. Por no tirar de tijera a lo Helena Christensen a la hora de enfundarse en este Marchesa.
De la misma manera que Zoe Saldaña.
Que luce como ninguna este modelo de la colección de Otoño-Invierno de la firma que capitanea Georgina Chapman.
Gwen Stefani la pobre nunca se dio cuenta de que su corsé de Dolce & Gabbana Primavera-Verano 2010 se daba de tortas con sus pantalones baggy. Eso sí, su marido parece que se ha apuntado a la moda de las camisetas roídas impulsada por Balmain...
Y a Peaches Geldof nadie le dijo que hay little black dresses que no siempre funcionan.
Volviendo a Chloë, no puedo dejar de adorarla. Me gusta todo en su look. Hasta el imrpovisado abrigo que se quita en cuánto ve las cámaras.
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