Entre tanto brillo, plumas y excesos, siempre aparece alguien que triunfa por su sobriedad. En la alfombra roja de los premios SAG esa ha sido Amy Adams, con un vestido totalmente negro únicamente acompañado por joyas y por un maquillaje de diez. Un estilismo neutro y sencillo con el que nos ha conquistado, porque no siempre es necesario ser la que más lentejuelas lleva en la red carpet para ser la mejor vestida.
Para la ocasión, la actriz ha escogido una creación de Brandon Maxwell con escote suelto en V que le sentaba a las mil maravillas, dejando el resto del vestido ceñido a su figura. Este diseño lo ha acompañado únicamente de un juego de joyas con pulsera, gargantilla y pendientes, que resaltaban su mirada y le daban un toque muy elegante a todo el conjunto.
Fotos | Gtres.
En Trendencias | Las mejor vestidas de los SAG Awards 2017.
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