Una historia de amor con final feliz: otoño y gris

Es llegar el frío y a una le invade un sentimiento de melancolía horroroso. Y de repente ¡zas! Una historia de amor interminable vuelve a acecharme y empiezo (de nuevo) a enamorarme del color gris. Una relación de amor-odio que va como la seda durante Otoño-Invierno pero que se rompe en Primavera-Verano. Y parece que muchas opinan como yo, pues es llegar el frío y todas se enfundan sus prendas en esta tonalidad.

El jersey es una buena opción, pues sabes que es una prenda comodín y que te va a salvar de más de un apuro. Combinado con vaqueros, tonalidades oscuras, vestidos o minifaldas. Este color mola y más si tiñe una prenda tan importante como ésta. Para qué negarlo, los jerséis grises se han convertido en un perfecto fondo de armario y no importa si un año decides coleccionarlos.

Obviamente esta historia de amor no viene sola, pues si se combina con el negro entonces el enamoramiento es sólido y perfecto. Ambas tonalidades están hechas la una para la otra y se llevan a la perfección con los días más fríos. Haz la prueba y verás lo a gusto que te sientes, ¿a qué esperas?

No nos engañemos, el gris es el nuevo negro y tener un abrigo en este tono es básico e indispensable para todas las temporadas. Es de esas cosas que quizás te da un poco de palo comprar (siempre tendemos a fijarnos por las prendas repletas de tendencia), pero que al final la necesitas siempre.