Hay un reto 'body positive' viral que lleva dos años triunfando en las redes y que nos pone a todas a bailar

En los últimos tiempos, los retos body positive invaden de vez en cuando las redes sociales. Hemos conocido muchos: el #MermaidThighs, el #OneTakeBeauty, el reto del probador o el #CelluliteSaturday son algunos ejemplos de ello. Y todos ellos tienen algo en común: son efímeros, duran un tiempo limitado y, por mucha repercusión viral que lleguen a tener, al cabo de unos meses ya apenas los recordamos. Pero hay una excepción a esta norma: el reto #DontHateTheShake, que comenzó hace dos años a popularizarse, sobre todo en Instagram, y cuya repercusión ha llegado intacta hasta el momento.

Fue la estudiante Melisa Gibson quien comenzó con este reto allá por finales del 2015. Su idea era luchar contra esa impostada perfección que venden muchas fotos de Instagram, basándose en la idea de que la belleza no es estática. Que se mueve. Y que, al hacerlo, las personas con exceso de peso sienten cómo se mueven partes de su cuerpo y eso puede acomplejarlas. El famoso efecto flan, vaya. Por eso el hashtag, #DontHateTheShake (algo así como «no odies el movimiento»). La propia Melisa fue la primera en subir su vídeo a Instagram, a una cuenta en la que tiene ya más de 25.000 seguidores. Desde entonces, más de 7.000 personas han etiquetado ya sus vídeos en esta red social.

Una de las últimas en hacerlo ha sido Megan Crabbe, a la que ya hemos visto en otras muchas ocasiones como abanderada de diferentes movimientos body positive. Su vídeo, bailando con un flow increíble, se ha convertido en viral y ha vuelto a traer a primera plana el reto #DontHateTheShake.