No sé en qué momento de mi vida empecé a tener problemas para dormir, pero desde hace unos años, en cuanto cae la noche empieza mi pesadilla personal. Lejos de quedarme dormida sin más, mi subconsciente empieza con su engranaje particular y mil pensamientos terroríficos me despiertan de golpe con una ansiedad elevada. Aunque he probado mil métodos y ninguno me ayudaba, desde hace unas semanas he visto como mi rutina nocturna ha ido mejorando gracias a una simple aplicación de Alexa. Así ha sido mi experiencia que podría ayudarte.
El programa de Alexa que me ha ayudado a conciliar el sueño
Conseguir un sueño reparador es básico, sin embargo cada vez son más los que tienen problemas de insomnio y ansiedad nocturna. Con el avance de la tecnología, ésta puede ayudarnos a mejorar nuestro bienestar y descanso. A día de hoy muchos hogares tienen el aparato Echo Show de Alexa, y sin saber cómo, ha sido éste quién me ha ayudado a dormir un poco mejor progresivamente -aunque a mi pareja le ha funcionado más, sin necesitarlo-.
Echo Show 8 (2.ª generación, modelo de 2021) | Pantalla HD inteligente con Alexa y cámara de 13 MP | Antracita
Este es el programa de Alexa que ha mejorado mis hábitos de sueño
No sé si conoces todas las posibilidades que ofrece este dispositivo, pero en mi caso la rutina nocturna ha cambiado notablemente (para bien). Hace unos meses me quedaba pegada a la pantalla del móvil con el fin de caer redonda por agotamiento, sin embargo, a los pocos minutos despertaba con ansiedad y sin saber muy bien qué hacer. Me hablaron de Alexa y su programa para conciliar el sueño así que lo probé, sin poner muchas expectativas al respecto. No voy a mentir, era reticente a este tipo de tecnología y la probé sin esperar mucho a cambio. No tenía nada que perder, así que empecé sin poner mucha atención.
El primer día que dije las palabras mágicas (algo así como “Alexa, ayúdame a dormir”) el aparato Echo me propuso tres opciones para empezar este "experimento": sonidos de naturaleza, música para meditar o descanso guiado. Como siempre me ha gustado el sonido de las olas, opté por la primera opción. Aunque las primeras noches no funcionaron mucho (la pantalla daba mucha luz y no sabía cómo pararlo), con los días le he ido cogiendo el tranquillo.
Lejos de sufrir por tener que apagarlo en plena noche, supe que se puede establecer un temporizador personalizado mientras se reproduce para que pare una vez nos hemos quedado KO. En mi caso siempre ponía unos 30 minutos, aproximadamente, con un sencillo abracadabra "Alexa, para en media hora".
No vamos a adornar la realidad: todavía me cuesta dormir, todavía tengo un poco de ansiedad, pero lo cierto es que mi descanso va mejorando. Los sonidos me ayudan a focalizar mi atención en otra cosa lo que me ayuda a dormirme más rápido.
Con este skill, Amazon no ha inventado nada nuevo, pero sí que ofrece hacernos la jornada más fácil. No os voy a mentir, todavía hay alguna noche que mi mente está tan activa que solo un maratón de Real Housewives of Beverly Hills es capaz de noquearme, pero poco a poco estoy aprendido a cambiar de hábitos.
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