Moda de cine: de icono del cine a la moda, Ava Gardner

Siento una debilidad especial por Ava Gardner, una actriz sublime y una persona especial, fuera de lo común. Era y es conocida como “el animal más bello del mundo”. La actriz con una personalidad desbordante y con alma solitaria siempre tuvo que demostrar que era más que una cara bonita. Amante de España, de la noche, la fiesta y el alcohol tenía un estilo exuberante que traspasaba la gran pantalla.

Ava Gardner tenía un rostro tan extraordinario que cualquier prenda quedaba relegada a un segundo plano. La fuerza de su belleza hacía que sus looks la resaltaran aún más.

El estampado de lunares era de sus preferidos, para los rodajes o su vida diaria. Entusiasta de España, le encantaban los vestidos de sevillana y dicho estampado que lo llevaba tanto para looks informales o de fiesta.

Ava vivió en España 12 años, la actriz llevó diseños de Pertegaz, Elio Berhanyer o Balenciaga. Su naturalidad y su amor por los toros la llevó a llevar hasta mantilla.

Para los looks más informales Ava optaba por jerséis de angora o lana combinados con shorts o faldas lápiz.

En las fiestas o noches de gala solía llevar vestidos con grandes escotes abiertos que le favorecían y resaltaban sus hombros. La actriz era fan de las estolas y abrigos de piel, los lucía en fiestas u ocasiones especiales.

Ava era muy aficionada a llevar sombreros, como más grandes mejor, dicen que era para esconder su belleza, pero no lo conseguía. Los tocados y sombreros la favorecían ya que remarcaban sus facciones y le daban un aire distinguido y misterioso.

Sus señas de identidad en sus looks eran sus grandes y valiosas joyas y sus labios pintados de rojo.

Su fuerte carácter se veía reforzado por una imagen de mujer poderosa pero con un interior amargado y sensible. Con Frank Sinatra, el amor de su vida, vivió un romance tormentoso, pero cuando se encontraba a su lado su belleza era radiante.

Ava Gardner no era solo una actriz con una cara bonita, su fuerza se veía más allá de la pantalla. La actriz no se preocupa demasiado por su estilo, pero siempre desprendía un glamour brillante. Era una diosa.