Todos tenemos películas que nos han marcado, por el momento en que las vimos, por la compañía o por la misma película en sí. Una de las películas de mi historia particular es Thelma y Louise, que me hizo descubrir al para mí maravillos, Riddley Scott y su siempre amable reflejo de la mujer. En ella dos mujeronas se batían en duelo, en el de hoy, sin embargo, no son dos , sino tres.
Hablo claro está de Susan Sarandon y de Geena Davis, la sensata y la locuela que vagaban por carreteras desconocidas con un final que las hace volar. El tiempo ha pasado pero contemplar cómo algunas mujeres llevan el peso y paso del tiempo tan bien, sin disfrazarlo, sin maquillarlo con artificios de payaso ni vestirlo con minis de sus hijas es un gusto. En Hollywood contemplar una madurez bien llevada es tan raro como ver hoy en día una mariposa. Ambas estuvieron ayer en la gala Beyond Hunger: A place at the table en el Montage Beverly Hills Hotel.
No puede decirse que ninguna de las dos haya estado del todo acertada pero reflexionando en cómo me gustaría lucir a mí en una alfombra roja pasados los 50 y los 60 años, sisn duda sería así. ¿Qué cambiaríamos de sus estilismos para hacerlos mejor? De Geena sin duda el color, el mismo vestido en un rojo o fucsia hubiera sido más acertado a su piel. En Susan, especialmente los zapatos, esos largos de falda requieren tacón para un evento como este.
Lo de Diane Lane ya es harina de otro costal, fue y seguirá siendo sexy siempre. Poniéndonos en situación, Susan Sarandon tiene 66 años, Geena Davis 57 y Diane 48.
Desde aquella "Rebeldes" ha sido esa mujer que encandila a todos pero de una manera silenciosa, no tan visual como lo fuera Kim Basinger. Simplemente ideal.
También por allí estaba la hija de Susan, Eva Amurri, pero hoy ed jovencitas no voy a hablar.
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