Joel Calata
EditorEn México, las corridas de toros y las peleas de gallos generan un intenso debate que refleja las tensiones entre la tradición cultural y los derechos de los animales. Mientras que la Ciudad de México ha implementado reformas para prohibir la violencia en las corridas de toros, el estado de Aguascalientes ha intentado declarar estas prácticas como patrimonio cultural, desafiando decisiones judiciales federales.
En marzo de 2025, el Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma histórica que prohíbe las corridas de toros con violencia. Con 61 votos a favor y uno en contra, se estableció que los toros no pueden sufrir lesiones ni ser asesinados durante estos eventos. Además, se prohíbe el uso de objetos punzantes y se limita el tiempo de actuación de cada toro a diez minutos. Esta medida busca salvaguardar la dignidad y el bienestar de los animales en espectáculos taurinos, incluyendo novilladas y rejoneo.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, respaldó esta iniciativa como un paso hacia una ciudad más animalista. Sin embargo, el gremio taurino ha expresado su rechazo, argumentando que estas restricciones desvirtúan la esencia de la tauromaquia. A pesar de ello, encuestas indican que el 72% de los mexicanos están en contra de las corridas de toros, considerándolas maltrato animal.
Pero Aguascalientes las declara patrimonio cultural
En contraste, el Congreso del Estado de Aguascalientes ha declarado las corridas de toros y las peleas de gallos como patrimonio cultural inmaterial. Esta decisión busca preservar tradiciones arraigadas en la identidad local. Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha determinado que las entidades federativas no tienen la facultad para declarar estas prácticas como patrimonio cultural, ya que esta competencia corresponde a la Federación. Además, la SCJN argumenta que actividades que impliquen maltrato, tortura o muerte de animales no pueden ser consideradas expresiones culturales protegidas.
En el dictamen expedido por el congreso se lee que "la tauromaquia, charrería y peleas de gallos, son expresiones históricas y tradiciones culturales emblemáticas y deben de ser promovidas, protegidas y promovidas como parte del patrimonio cultural inmaterial de la entidad y de la Feria Nacional de San Marcos".
Dicha iniciativa fue respaldada por la diputada Daniela López, madre del novillero Alonso Mateo que, en representación de la comunidad taurina, dijo que las las expresiones populares, son manifestaciones profundamente arraigadas: "Encabecé esta lucha porque creo en el valor de nuestras costumbres. La fiesta brava, como parte de la Feria, forma parte de una historia que no se puede borrar ni negar".
Foto de Paul Kenny McGrath en Unsplash
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