Y por allí pasaron todas las amigas y algunas enemigas de una reina del pop reconvertida en directora de cine (Madonna siguió la línea de cantante, actriz y diseñadora pero en última instancia en lugar de por las pasarelas le dio por el cine). Su película "Filth and Wisdom" ya se pudo ver en la Berlinale y no fue demasiado bien recibida por la crítica, que sí por el público, y ayer se estrenaba en Nueva York con el respaldo del Cinema Society americano y la inyección publicitaria de Dolce & Gabbana.
Al estreno del nuevo proyecto de Madonna, al que la diva se presentó de riguroso negro, con un vestido túnica y unos zapatos imposibles con tacón en forma de arma, acudieron en masa multitud de invitados que más que a una fiesta parecía que iban de entierro ya que prácticamente todos se decantaron por el color del luto.
Jessica Alba, muy guapa, con una petite robe noire reaparecía así en un acto público totalmente recuperada de su reciente embarazo y consiguiente parto.
America Ferrara se dejó en casa el disfraz de Ugly Betty y también eligió un little black dress para el evento y la verdad es que el vestido de silueta lápiz que eligió le sentaba fenomenal a sus curvas, y es que las mujeres algo redondas no solamente pueden llevar pantalones pitillo si no que tiene el perfil perfecto para lucir vestidos de este tipo.
Brooke Shields se sumó a la moda del pequeño vestido negro aunque ella rompió la monocromía con un bolso de mano en color mostaza.
Lindsay Lohan no podía ser menos e hizo lo propio pero ella optó por una versión mínima de todo lo anterior. Le sientan bien las minifaldas pero a veces abusa demasiado de ellas y se acerca demasiado al estilo que un día hiciera famoso (y que aún conserva) Mariah Carey: se pasa de extrema.
No quiso tampoco faltar al evento la hermana de Samantha Ronson, Charlotte, la diseñadora, que rompió el hielo y se atrevió con una falda de leopardo.
Vanessa Williams y Becki Newton acudieron juntas y revueltas y la segunda, Becki, que últimamente nos regalaba correctos estilismos, se equivocó de raíz con sus mini pantalones y su bolero de piel. Quiso parecerse a Madonna en sus mejores tiempos y solo consiguió sacar lo peor de sí misma.
Marc Jacobs hizo acto de presencia de los últimos pero allí estaba de nuevo el genio de Louis Vuitton con su inseparable falda y su inseparable novio (muy bien Marc, al final haremos de la falda el must de la temporada en moda masculina).
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