La maison Roger Vivier acaba de inaugurar una muestra retrospectiva para celebrar la trayectoria de su fundador, un punto de referencia esencial en la historia de la moda.
La exposición comisariada por Olivier Saillard, ha contado con la inestimable colaboración del interiorista Jean-Julien Simonot que ha logrado que, al visitarla, nos parezca pasear de frente a obras maestras de un museo dedicado al zapato - a imagen y semejanza de la disposición de las obras de arte en el Louvre o en el museo del Prado.
El visitante sentirá como si fuese guiado en un largo recorrido por África, Oriente, el siglo XVIII, la pintura francesa y la inglesa, a través de un paisaje de ventanas, que recuerdan a aquellos maravilosos fanales de cristal que se utilizaban en el siglo XIX para preservar el encanto y la delicadez de los biscuits.
Para poder fundir el arte con la moda, en esta exposición, los zapatos toman prestados de las obras de arte tanto el título como el rol. Los casi ciento cuarenta modelos expuestos en el interior del Palacio de Tokio, pasan revista a la trayectoria de Roger Vivier - que más que un maestro artesano zapatero fue todo un inventor -, que debutó a principios de los años treinta.
Vivier percibía los zapatos como si fuesen esculturas, motivo por el que nunca dejó de cuestionarse las formas. El diseñador llegó a decir:
“Las líneas siempre me han impresionado. En ocasiones, llego incluso a repetir cincuenta veces un mismo dibujo, para estar seguro de encontrar la idea correcta y respetar la arquitectura del pie”.
Los tacones son para Vivier líneas de fuerza, desde el tacón de aguja que fue el primero en diseñar en el año 1954, al tacón Etrave (1958), pasando por el tacón Choc (1959) o el famosísimo y sinuoso tacón Virgule, que se convirtió en la marca de la casa desde 1963.
A los mencionados zapatos se han sumado también otros modelos recibidos en concepto de préstamo de importantes instituciones internacionales, tanto públicas como privadas, como el Metropolitan Museum of Arts de Nueva York, el BATA Shoes Museum de Toronto, el Museo del Zapato de Romans o el Palacio Galliera.
Todos estos fragmentos de la historia de la moda han probado de nuevo que siguen estando de rabiosa actualidad bajo el impulso de Bruno Frisoni quien, desde el año 200, se ocupa de la creación artística de la maison Roger Vivier, perpetuando su notoriedad a nivel mundial.
Con respeto, creatividad y una visión moderna, ha sabido transformar la marca en una maison de accesorios de lujo, símbolo del chic parisino encarnado con elegancia por su embajadora de excepción, la modelo y diseñadora Inès de la Fressange, y consagrar el famoso tacón Virgule (coma) como una auténtica puntuación en sus diseños.
A la fiesta de inauguración de la muestra acudieron personalidades relevantes del sector como Diego Della Valle, Inès de la Fressange, Frida Kalifa de Schiap, Mario Testino o Anna Dello Russo.
Para que todo el mundo pueda descubrir el universo de Roger Vivier, la muestra permanecerá abierta al público, gracieusement (gratuitamente), desde hoy miércoles 2 de octubre hasta el 18 de noviembre de 2013. ¡Qué apetecible!, ¿verdad?
Más información | Palais de Tokyo En Embelezzia | Roger Vivier: Process to Perfection, en el Museo Bata del calzado de Toronto
