La langosta, cómo escoger ese crustáceo exquisito

La langosta, cómo escoger ese crustáceo exquisito
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Aunque respeto los gustos de todos los paladares, no puedo entender cómo a alguien no le gusta la langosta. Claro que me podéis decir lo mismo a mi del caviar o el erizo de mar... Volviendo a la langosta, tened presente estas indicaciones cuando os la sirvan o cuando la compréis para cocinar en casa.

Los acuarios-viveros de langostas en los restaurantes de mariscos no están sólo para entretener a niños y adultos. La langosta hay que meterla en la olla vivita y coleando, y de ahí viene el dicho. Tiene que estar viva y coletear como si estuviera dando palmas en el punto más álgido del baile.

Debe conservar todos sus miembros. Exigid que conserve todas sus patas y que su caparazón no presente agujeros. Si os gustan las huevas, las langostas hembras serán vuestra mejor elección: las mantienen en las palmas debajo del abdómen. Un extra para el plato. Y sin salsa ni mayonesa, una comida ligera e hipocalórica.

Foto | Polmuadi Más información |Directo al paladar En Embelezzia | Un curry de langosta excepcional en el Bombay Brasserie, Londres

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