Las temporadas pasan y los bolsos Céline permanecen: desde el Classic al Luggage, pasando por el Phantom. Parece como si no les costara nada efectuar esa transición, normalmente peligrosa, que los transforma del must del momento en accesorios atemporales.
Claro que, entre una ergonomía sin fruslerías, un acabado lujoso y los detalles justos y necesarios, estos bolsos parecen fabricados para poder aguantar el paso de los años, envejeciendo con dignidad. Cualidades que volvemos a encontrar, como era de esperar, en la última muestra de sus elaborados.
Moderno, funcional y elegante, el bolso Edge de Céline ha logrado seducir, nada más nacer, a todas las incondicionales del minimalismo clásico inherente al ADN de la maison parisina.
Disponible en suave piel de becerro, en potro, en cocodrilo, o en pitón, el modelo Edge posee el carácter necesario para escalar con rapidez hacia ese círculo de mujeres etiquetadas como “clásicas” en lo que a accesorios de marroquinería se refiere.
Su porte, un poquito más casual que el Phantom, facilitará el que se pueda utilizar a diario. Entre tonalidades monocromas o bicolor, volumen ligeramente trapezoidol y una única asa, cremallera lateral (que no debemos dudar en dejar entreabierta), el Edge recuerda un poco a un Kelly a quien le hubiesen hecho un lifting.
El modelo Edge de Céline tiene todas las papeletas para convertirse en un indispensable que nos acompañará a todas partes. ¿No os parece?
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