Se te acaba el tratamiento hidratante y pasas un rato escogiendo uno nuevo. Pero, maldición, no lo vas a terminar de usar porque no te gusta el perfume, la textura no te conviene o hay algo en su composición que te ha dado alérgia. No lo tires: dále otro uso.
Aparte de regalárselo a alguien que sí vaya a usarlo para la cara, puedes utilizarlo como si fuera tu leche hidratante de cuerpo. Aplícalo en las piernas, brazos, espalda: en el cuerpo no te molestará si la textura te pareció algo pegajosa sino que lo agradecerá.
Si era por ese toque perfumado de la crema, en las piernas no lo vas a oler. En el caso de haber sufrido una reacción alérgica, mucho cuidado: primero comprueba que la piel del cuerpo la acepta aplicándola en una pequeña zona.
Lo mismo con emulsiones after-shave. Bueno, son productos hidratantes: si vas a tirarlos porque no van bien en la cara, tus brazos pueden estar muy bien cuidados. Incluso los pies: una pasada de crema facial para pieles mixtas (que ha resultado no ser la adecuada) y tendrás unos suaves talones, muy envidiables.
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