Las cinco profesiones que nos gustaría que existieran para hacernos más fáciles estas Navidades

Nos encanta la Navidad. Es una época mágica, de reencuentros, de cenas con los amigotes, de estar con tu familia y de lanzarse al desenfreno consumista.

Pero, reconócelo, el mes de diciembre también es una vorágine de comidas y cenas, una orgía consumista en la que te dejas la extra (si tienes la suerte de contar con una) y adquieres todas las papeletas para una indigestión o para sufrir la gota.

Ojalá hubiese profesionales altamente cualificados y preparados que nos ayudasen a encarar ese mes. Técnicos expertos en Navidad, especialistas en lo suyo para que la cosa no se nos vaya de las manos ni nos estrese. Vamos, profesionales como estos que nos hemos inventado.

Asesor Creativo en Regalología

Qué culpa tienes tú de que cada año tengas que regalarle cosas a más gente. Qué culpa de que se emparejen o se empeñen en reproducirse dando lugar a nuevas personas que también tienen derecho a su regalo: cuñados, cuñadas, sobrinos, los hijos de los sobrinos, tu madre, tu suegra, la hermana de tu chico, etc.

You Start Thinking About Christmas Shopping Summer

Es normal que se te acaben las ideas de qué regalar a todos y cada uno de los que aparecen tu lista y que cada año tengas menos papeletas para ganar el Premio al Regalo Más Súper Especial del Año.

Pero, ay, si contáramos con un asesor experto en regalos, alguien especializado en hacer brainstormings de ideas y te diera soluciones creativas para todos tus parientes, te librarías de un buen marrón y sólo tendrías que entrar en tu tienda online favorita, añadir cosas a la cesta y esperar a que venga el señor de mensajería (vale, puede que esto último también tenga su miga, quizá para otro artículo).

Técnico desenrollador de luces de Navidad

Da igual que pongas especial cuidado en empaquetar los cables, los envuelvas con film plástico y finiquites con cinta americana para que aquello no se mueva. Cuando desenvuelvas las luces de Navidad la semana que viene estarán más liadas que Belén Esteban intentando resolver una raíz cuadrada.

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La de horas (y de disgustos) que podríamos ahorrarno si alguien abriese para esta época un servicio técnico de desenrollar cables y luces de Navidad. A domicilio, por favor.

Consejero Bienqueda

Ojalá tener tiempo para ir a todos los sitios, responder a todos esas bonitas felicitaciones que te llegan a casa, para llamar a tu tía Pascasia y desearle unas Felices Fiestas o tener unos minutos para escribir ese pequeño discurso de agradecimiento para tu empresa que pensabas dar en la cena de tu oficina.

Si al menos pudiésemos contar con avezado entendido en decir siempre lo más adecuado, en usar palabras floridas, en halagar sin pelotear, en acordarse de todas las personas que toca, en ir a los acontecimientos más aburridos en nuestro nombre y, en definitiva,** en hacernos quedar bien con todo el mundo sin estresarnos ni una migaja** las Navidades serían realmente una época de paz.

Conseguidor de Cosas Extremadamente Rarunas

El mes de diciembre es también una oportunidad para todos los que tienen niños pequeños pierdan más el tiempo y el raciocinio buscando las cosas absurdas que piden en colegios y guarderías para los Festivales de Navidad. Una peluca de ángel de color azul. Un tutú verde con purpurina. Una diadema con forma de orejas de murciélago. El Santo Grial y el Ojo Sagrado Verde de la Orden Inca de los Templos Malditos. ¡Vete tú a saber!

Para estos menesteres, muchos padres daríamos lo que fuera para contar con experto en encontrar cosas especialmente rarunas. Una mezcla entre Indiana Jones, Hércules Poirot y los gemelos esos que se dedican a transformar casas canadienses en la televisión.

Analista Extremo de Bancarrotas

Nunca unas clases de economía doméstica fueron tan necesarias como en esta época. Cuando la lubina alcanza el precio del besugo, el besugo el precio de las ostras y las ostras el precio de un billete de ida y vuelta a París.

Por mucho que lo intentas y muy consciente que seas de los números rojos de tu cuenta bancaria no hay nada que pueda evitar que la cuesta de enero se te presente más insoportable que subir la del Kilimanjaro a pata coja y con unos tacones de once centímetros.

De perdidos al río. Ya que cuentas con que te vas a gastar mucho más de lo que necesitas o deberías, mejor contar con un experto en sacarte del pozo. Alguien que que te asesore cuando te acerques al banco el lunes negro de enero (y no precisamente para ayudarte a atracarlo).

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