Aunque cada vez es más común encontrar a una mujer tras el volante de un taxi, sigue siendo algo bastante poco frecuente. Las estadísticas dicen que se avanza hacia la igualdad, aunque a pasitos lentos. Por ejemplo, en el Reino Unido, el 98% de los taxistas siguen siendo hombres, e incluso en servicios de reciente creación como Uber, los hombres representan el 86% de los conductores de su flota. Sin embargo, la mayoría de usuarios del taxi son mujeres, y en algunos países es habitual que existan quejas de acoso por parte de los taxistas. Por ello, han surgido iniciativas de compañías de taxi por y para mujeres.
La última ciudad en unirse a la tendencia es París, donde acaba de presentarse Women Drive, una compañía que, en palabras de su fundadora, pretende «demostrar que transportar a personas no es un trabajo reservado a los hombres y que las mujeres tenemos derecho a ser transportadas en paz». Algunos de sus servicios están especialmente pensados para turistas, como el hecho de que todas las conductoras hablarán varios idiomas y podrán servir de guías para un día de turismo o de compras por la ciudad de la luz. Además, todos los coches contarán con una tablet a disposición de la clienta, botellas de agua y un kit de maquillaje (aunque a esto último no acabamos de verle utilidad en pos de la igualdad de género).
París no es ni mucho menos pionera en los servicios de taxi femeninos. Hasta ahora ya conocíamos She Rides o She Taxis, en Nueva York; Lady Chauffeurs, en Londres; TaxiLink Pink, en Melbourne; o, dentro de España, TaxiDona, en la ciudad de Valencia.
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